25 de abril de 2012

"Benedicto XVI: la última etapa"

Del sitio Rorate Caeli, traducimos este artículo llamado "Benedict XVI: the last stage" ("Benedicto XVI: la última etapa").
Si hay un asunto que parece ser una obsesión en este pontificado comenzado siete años atrás, es el relativo a la Fraternidad de San Pío X (FSSPX). Poco después de su inicio, Benedicto XVI se encontró con el Superior, Mons. Fellay, en su residencia de verano de Castel Gandolfo. Eso fue el 29 de agosto de 2005. Entonces dos communiqués [comunicados], uno de Roma, el otro de Menzingen, indicaban al unísono que había sido acordado "proceder en etapas" en la resolución de los problemas. Y los textos más largamente preparados, más profundamente discutidos, y más vigorosamente contestados de este tema fueron aquellos que constituían estos famosos tópicos: el motu proprio que liberó la Misa tradicional y luego el levantamiento de las excomuniones de los obispos ordenados por Mons. Lefebvre.
El 264 Sucesor de Pedro tiene una cita con la historia, pase lo que pase. Quiere fijar un legado de medio siglo de antigüedad, uno que indudablemente le llevó a renunciar a los Juanes y los Pablos para revivir a los Pios y los Leos, los Gregorios y los Clementes, los Inocentes y los Benedictos. Muchos periodistas han remarcado esto.
Esta obsesión está primariamente basada en un asunto de importancia personal. El 5 de mayo de 1988, tras numerosos encuentros con Mons. Lefebvre,  que hasta entonces había llevado el fundador de la FSSPX a la oficina de Pablo VI, y luego a la de Juan Pablo II, el Cardenal Joseph Ratzinger llegó a un acuerdo histórico. El prelado de Écône firmó un protocolo regularizando la obra que había fundado dieciocho años antes. Su confianza se mantuvo frágil porque estaba en guardia ante una Curia que continuaba celebrando incansablemente encuentros interreligiosos y prohibiendo en todo el mundo la celebración de la Misa tradicional. Sólo unas pocas palabras de un Cardenal serían suficientes para hacer la diferencia. Ese Cardenal era... Joseph Ratzinger. El día previo, él le había sugerido al Arzobispo la terrible idea de tener algunas Misas celebradas en francés en Saint-Nicolas du Chardonnet, la histórica iglesia parisina de la FSSPX. Luego, a falta de apoyo, fue incapaz de obtener una fecha específica y definitiva para la consagración del obispo que había sido garantizado. Primeramente prevista para fines de junio, la ceremonia fue pospuesta para la Ascensión, luego al verano siguiente y después a Navidad. La confianza se desgastó. Justo antes de la partida, el Cardenal le entregó a Mons. Lefebvre un modelo de carta pidiendo perdón al Papa. Fue la última gota. Al día siguiente, el 6 de mayo de 1988, mientras la Curia se apresuraba a llamar a los periodistas para anunciar las tan esperadas noticias, un joven sacerdote de Albano presentó a Mons. Jospeh Clemens, secretario del Prefecto, una carta que él inmediatamente dobló de nuevo, dada la intensidad del efecto que causó en él. El monseñor bávaro fue indudablemente el único que atestiguó la angustia de su compatriota, el Cardenal, mientras le entregaba la nota por medio de la cual Mons. Lefebvre se retractaba de su firma. Durante años el Cardenal vivió con esta carga, una carga que incluso mencionó a un obispo centro-europeo  poco antes de ascender a la silla de Pedro.
Veinticuatro años depués, el Cardenal llega al timón de la Iglesia. Las cosas vienen mal, bastante mal. Todo aquello que indicaba un cuarto de siglo antes, que la restauración tradicionalista nunca tomaría lugar, ha fallado. El neo-conservadurismo wojtyliano se ha quedado sin combustible. El carismatismo no ha conseguido revertir la tendencia. En las viejas naciones cristianas, las iglesias están vacías, los campanarios se desmoronan debido a su falta de reparación, los seminarios cierran y los así llamados diarios católicos apenas sobreviven. Lo que queda es el caso de conciencia del Papa, con el que se afana poco después de su elección, tal como uno de sus colaboradores que fue creado Cardenal, afirma que la Fraternidad se ha convertido en "una espina para la Iglesia". Pero con los años pasados, los males del período post-conciliar deben ser removidos, como otras malos frutos que el Romano Pontífice debe quitar a riesgo de que infecten a todo el rebaño. En Austria y en algunas regiones europeas los sacerdotes se rebelan. En EE.UU. las religiosas unen fuerzas contra Roma, todo en nombre del Concilio. Los medios de comunicación hostiles no se abstienen de magnificar los errores del clero que ha abrazado tanto al mundo que, en algunos casos, ha tomado de él sus vicios. La autoridad de la Iglesia es mal manejada. Al sonido de voces que anuncian cada mes el fin del pontificado, algunos dicasterios parecen actuar individualmente. Por no mencionar aquellas diócesis que ya no profesan la fe católica. Y además, sigue siendo un arma de choque para Benedicto XVI este famoso asunto que le preocupa, el de la Fraternidad. Cada paso que lo ha llevado más cerca de ella ha coincidido con el crecimiento del odio de los adversarios, y la victoria sobre ellos. El Papa Ratzinger lo mencionó a los obispos el 10 de marzo de 2009: " Y si alguno intenta acercarse [a la Fraternidad] –en este caso el Papa–, también él pierde el derecho a la tolerancia y puede ser tratado con odio, sin temor ni reservas". ¿No hay en las palabras del Papa, enfrentadas con el mundo, un eco distante de aquel llamamiento que lanzó al comienzo de su pontificado, pidiendo oraciones para no huir por miedo a los lobos?
A decir verdad, no queda otra opción. En el otoño del 2012 la determinación de Benedicto XVI parece ser tal que la FSSPX no tendría siquiera posibilidad de elegir. El estatuto le caerá desde arriba, por acuerdo mutuo o por la fuerza. El Papa quiere su regularización con una voluntad resuelta, se acepte o no el Concilio, se acepte o no la Misa nueva. Indudablemente no comparte el pensamiento de Marecel Lefebvre y sus discípulos, quienes sostienen que la libertad religiosa da un golpe fatal al espíritu misionero. Sin embargo él ha tomado la posibilidad de abrir discusiones doctrinales que, a través de toda la Iglesia, ha abierto las puertas de los cuestionamientos a los principios controvertidos del Vaticano II. ¿Está el papa verdaderamente seguro de sí mismo? Regularizando la Fraternidad, aunque las discusiones doctrinales hayan fallado, hace entender de alguna manera que uno puede ser de la Iglesia y no desposarse con las ideas del último Concilio, dejándolo como una opción, como la nueva Misa lo ha sido en los últimos cinco años. Lo que es certero, y este dilema personal lo recuerda, es que el Supremo Pontífice cree, ante Dios, que el título "católico" no puede ser rechazado por la obra de Mons. Lefebvre. Esta es la única cuestión que lo inspira.
El camino no está terminado. Recordemos que en 1988 la regularización falló por problemas de naturaleza canónica, que afectó la mutua confianza. Y todo parece apuntar al hecho de que Mons. Fellay está decidido más que nunca a guardar los principios afirmados por Mons. Lefebvre. Sólo el contexto es diferente. Un cuarto de siglo atrás, la determinación papal no era tan resuelta. Además, la misericordia ha cedido lugar a la persistencia. Y ahora el Romano Pontífice parece establecer más que nunca una barrera contra los frutos del matrimonio entre la Iglesia y el mundo, una unión que no podemos sino identificar como conciliar.
A guest-post by Côme de Prévigny 

23 de abril de 2012

Anglicanos conversos de Canadá

Del sitio New Liturgical Movement.

El pasado 15 de abril Mons. Terrance Prendergast de Ottawa recibió en plena comunión a los miembros de la Iglesia Católica Anglicana de Canadá (ACCC por sus siglas en inglés) del área de Ottawa.

El Catholic Register informa que aquellos recibidos incluyeron a dos ex-obispos de la ACCC, alrededor de media docena de clérigos y un número de fieles laicos.

Para la ocasión Mons. Prendergast celebró la liturgia del Uso Anglicano, con el Book of Divine Worship ("Libro del Culto Divino", una adaptación católica para el "Libro de Oraciones Comunes" anglicano) en la Basílica de San Patricio en Ottawa. La liturgia fue ofrecida ad Orientem.

NdeJV: ¡Bienvenidos a casa!






17 de abril de 2012

"La respuesta de Fellay ha llegado: es positiva"

Con este título Andre Tornielli publicó un artículo en La Stampa, que traducimos del inglés (desde Rorate Caeli) a continuación:

Lefebvristas: la respuesta positiva ha llegado17/9/2012 (1900 GMT - 2100 Roma)
El Superior de la Sociedad de San Pío X ha firmado el preámbulo doctrinal propuesto por la Santa Sede, aunque con algunas pequeñas modificaciones.
ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO
La respuesta de la Sociedad de San Pío X ha llegado al Vaticano y es positiva: de acuerdo a la información informal reunida por el Vatican Insider, Mons. Bernard Fellay habría firmado el preámbulo dotrinal que la Santa Sede había propuesto el pasado septiembre como condición para alcanzar la plena comunión y la regularización canónica.
Una confirmación oficial de la respuesta recibida debería tomar lugar en las próximas horas. Por lo que se sabe, el texto del preámbulo enviado por Fellay proponía algunas modificaciones no sustanciales con respecto a la versión entregada por las autoridades vaticanas: como se ha de recordar, la misma Comisión Ecclesia Dei deseaba no hacer público el documento (de [solamente] dos, aunque complejas, páginas), precisamente porque la posibilidad de introducir eventualmente pequeñas modificaciones, las cuales, sin embargo, no distorsionarían su sentido.
El preámbulo contiene sustancialmente la "professio fidei", la profesión de fe requerida para aquellos que están a cargo de una posición eclesiástica. Y por lo tanto establece que una "sumisión religiosa de voluntad e intelecto" sea dada hacia las enseñanzas del Papa y del Colegio de Obispos, "enuncie cuando ellos ejercitan su aunténtico Magisterio", aún si no es proclamado y definido en un sentido dogmáticom como en el caso de la mayoría de la los documentos magisteriales. La Santa Sede mencionó repetidamente a sus compañeros en la Sociedad de San Pío X que firmar el preámbulo doctrinal no significaría poner fin "a la legítima discusión, estudio, y explicaciones teológicas de expresiones específicas o formulaciones presentes en los documentos del Concilio Vaticano Segundo."
El texto del preámbulo, con las modificaciones propuestas por Fellay, y firmadas por él como Superior de la Sociedad de San Pío X, será presentado a Benedicto XVI, quien, el el día siguiente a su octogésimo quinto cumpleaños y en las vísperas del séptimo año de su elección, recibe una respuesta positiva de los lefebvristas. Una respuesta largamente esperada y deseada por él, quien, en las próximas semanas, pondrá fin a la herida abierta en 1988 con las ordenaciones episcopales ilegítimas celebradas por el Arzobispo Lefebvre.
No se descarta que la respuesta de Fellay sea examinada por los Cardenales de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la próxima reunión de la "Feria Quarta" [miércoles], que debería tener lugar en la primera mitad de Mayo. Mientras tanto, se necesitarán algunas semanas más para que se pueda establecer un acuerdo canónico: la propuesta más probable es que se establezca una prelatura personal, una forma legal introducida en el Código de Derecho Canónico en 1983 y hasta ahora solamente usada por el Opus Dei. El rpelado depende directamente de la Santa Sede. La Sociedad de San Pío X continuará celebrando Misa de acuerdo al antiguo Misal y formando sus sacerdotes en sus seminarios.

¡Esperemos que todo esto se confirme en las próximas horas! Dios escucha verdaderamente a quien suplica.

16 de abril de 2012

"Fellay's reserved message"

Para los lectores angloparlantes, les recomiendo leer el artículo de Rorate Caeli titulado "For the record
Tornielli: Fellay's reserved message" ("Que conste: Tornicelli: el mensaje privado de Fellay") y los comentarios publicados debajo, muchos de los cuales son sumamente interesantes para comprender mejor la actualidad respecto de la FSSPX.

También recomiendo leer "For the Lefebvrists, It's the Last Call to the Sheepfold" ("Para los lefebvristas, es la última llamada al redil"), artículo de Sandro Magister publicado en ChiesaEspresso que por su gran extensión no he podido terminar de traducir.

12 de abril de 2012

"¿Victoria mañana?"

Artículo traducido de "Rorate Caeli", titulado en su original "Victory tomorrow?". Me pareció un punto de vista interesante aunque no por eso adhiero necesariamente a lo expuesto.
Pido disculpas de antemano a los lectores por cualquier error o falta cometida en la traducción.

Las esperanzas que las discusiones que han estado tomando lugar en los últimos doce años entre la Sede Apostólica y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X nos traen cada mes, giran las cabezas de algunas almas ansiosas, de una actitud extrema a otra. Si la regularización de la obra del Arzobispo Lefebvre falla, será la abominación de la desolación para ellos. Aún las almas más valientes se marchitarán en el paso por el desierto y el fin de los tiempos será el único objeto de su esperanza. Si, por el contrario, la regularización canónica sucede, la oscuridad desaparecerá, la Iglesia encontrará nuevamente su primitva juventud y las hordas Conciliares serán definitivamente vencidas.
La terrible realidad parece ser más compleja. En una conferencia dada a cerca de 250 participantes de las Conferencias de Verano de la Fraternidad el pasado 15 de agosto, Mons. Fellay advirtió contra la euforia que podría apoderarse de aquellos queesperan con impaciencia la tan comentada reconocimiento."Imaginen", dijo "que Roma nos reconoce de pronto, Se me hace difícil creer esto, pero ¿que pasaría entonces? ¿Creen que los progresistas va a cambiar su actitud con respecto a nosotros? ¡No, en absoluto! Por un lado, continuarán rechazándonos como siempre han hecho, o intentarán hacernos tragar su veneno; lo rechazaremos, y el conflicto comenzará nuevamente y más fuertemente, no tengan dudas. Si Roma nos reconoce, serán incluso más duros de lo que son ahora."
Por una parte el Superior General de la FSSPX hace clara su determinación de no "tragar el veneno" del liberalismo y, en consecuencia, mantener el legado de Mons. Lefebvre quien estuviera también por un tiempo al frente de la Fraternidad, antes de que ésta fuera condenada. Lo cual no le impidió hablar y asegurar el pleno testimonio de la fe. Por otra parte, Mons. Fellay advierte contra las ilusiones. Una regularización no transformará aquellos resueltamente opuestos al Motu Proprio y al Catecismo Tridentino en amigos de la Tradición. Las puertas que se cerraron frente al avance de las peregrinaciones de la Fraternidad no se abrirán de repente, con las alfombras rojas desplegadas. Los obispos liberales pretenderán ser compasivos respecto de aquellos hermanos a los que decretaban "separados"; es probable, por el contrario, que muestren un rechazo incontrolable respecto de aquellas comunidades ahora promovidas y en lo sucesivo completamente regularizadas.
Una segunda ilusión, me parece, viene del hecho de que muchas almas creen, a menudo a fin de facilitar los propios argumentos familiares, que todas las fuerzas conservadoras se unirán a fin de transformar el mundo. La realidad nos devuelve una vez más al suelo, porque esos grupos reúnen, por un lado biritualistas [NdeJV: neologismo de dudosa significación en el texto original], para quienes la nueva Misa es sagrada, y, por el otro, tradicionalistas, que la consideran peligrosa. Un resposanble de la comunidad Ecclesia Dei me dijo una vez que él creía que la FSSPX incluía en ella miembros sanos y elementos peligrosos... Tomará un tiempo establecer la armonía y los caminos [opuestos] de las peregrinaciones a Chartres se seguirán cruzando por un tiempo más.
La crisis es larga y, cuando él reunió por última vez a los priores franceses de la Fraternidad, su Fundador les había prevenido: "Prepárense para un combate interminable". El día en que su obra sea completamente regularizada por la autoridad de la Iglesia será sin lugar a dudas marcado por una agitación de espíritus dentro de la Iglesia, porque no será una pequeña comunidad con menos del 0.2% de sacerdotes en el mundo que serán reconocidos, sino el patrimonio católico que la Fraternidad haya mantenido hasta ahora. Este cambio no será inmediato. Se lo hubo de preparar y continuará progresivamente. Pero la lucha entre liberales y Zelanti es muy antigua y nunca nos ha sido revelada que encontrará descanso en la tierra. Lo que queda por verse es que la evolución de la Iglesia dará lugar a un inevitable fin. Generaciones de progresistas desaparecerán, sus más conservadores sucesores ascenderán en la jerarquía, y el trabajo protector asegurado por la FSSPX será cada día más reconocido. Tarde o temprano, ambas líneas se encontrarán.
De Côme de Previgny.

FSSPX, por La Croix

De Rorate Caeli y La Croix, traducido por nosotros del inglés y el francés:
El diario semi-oficial del episcopado francés, La Croix, informa hoy:
Consultado por La Croix el día viernes 12 de abril, el P. Alain Lorans, vocero de la FSSPX, dijo que "el obispo Fellay no hablará de este asunto (nota: la carta mandada a Roma) antes de que la respuesta de la Santa Sede sea dada a conocer", dejando la responsabilidad de la publicación sobre la decisión final a Roma.
 
P. Alain Lorans.
¿Cuáles son los posibles escenarios?
Si la Fraternidad firma el acuerdo, la Santa Sede le propondrá un estatuto canónico particular, en la forma de prelatura personal, como el Opus Dei. Antes de erigir la prelatura personal la Santa Sede debe consultar previamente con "las conferencias episcopales concernientes" de acuerdo al Código 269 del Derecho Canónico.
Sin embargo, el caso está complicado por las tensiones que existen dentro de la Fraternidad, algunas estando violentamente opuestas al acuerdo con Roma. Entre los posibles escenarios, uno o varios de los obispos lefebvristas podrían negarse a unirse, en cuyo caso serían nuevamente excomulgados.
"Si dicen que no, será necesario que expliquen por qué no, y en ese caso, su negativa involucrará cuestiones doctrinales. Por lo tanto no hay más riesgo de cisma, sino de herejía" explica el P. Laurent Touze, vice-decano de la Universidad de la Santa Cruz, en Roma [y miembro de la Prelatura de la Santa Cruz y el Opus Dei].
 
P. Laurent Touze. 
¿Cuál es el estado de ánimo actual?
De acuerdo a las fuentes concordantes, la conclusión del acuerdo estaría en buen camino. En Roma como en Écône se dice, "si la Fraternidad no firma ahora, no firmará nunca".
Consciente de la tensión en la Fraternidad el obispo Fellay insistió en el tema de la obediencia en su homilía en [la Misa Crismal] el Jueves Santo. "Hacemos crecer los hábitos, precisamente, de independencia. No lo notamos más. Deseamos hacer lo que queremos. Éstos son defectos, malos hábitos, que son el resultado de la situación en que nos encontramos y a la cual se le debe prestar atención." [Por el audio en francés del sermón de Écône, haga click aquí].
Del lado de las diócesis, particularmente Francia, la firma del acuerdo probablemente provocará fuertes reacciones y falta de comprensión. "Temo el triunfalismo de la Fraternidad y la reacción de mis parroquianos" dijo preocupado un sacerdote joven que vino de las filas del tradicionalismo. "La mayoría nos comportaremos como el hermano mayor de la parábola, descontentos con el retorno del hijo pródigo, y esto acentuado porque el hijo pródigo no ha de regresar con la cabeza gacha, en actitud de pedir perdón."

8 de abril de 2012

Pascua de Resurrección

 + Feliz Pascua de Resurrección +



“Por eso la fe, que nos muestra la luz de Dios, es la verdadera iluminación, es una irrupción de la luz de Dios en nuestro mundo, una apertura de nuestros ojos a la verdadera luz".
Benedicto XVI, Homilía Vigilia Pascual, 2012

Viernes Santo
Vía Crucis en Roma.


Domingo de Pascua:
Bendición Urbi et Orbi desde la Basílica de San Pedro.





Pope Benedict XVI blesses the crowd as he makes his "Urbi et Orbi" address from a balcony in St. Peter's Square in Vatican


Más fotos, aquí.





2 de abril de 2012

"Lift the City"

Les dejo un video interesante llamado "Lift the City" (algo así como "Levanta la Ciudad"), descripto como "Catholic Eucharistic flash mob". Es la primera vez que veo algo así, debo admitir que me ha impresionado.


Sucedió en el centro de Preston (Reino Unido) y fue organizado por monjes capuchinos en el día de la Ascensión del año pasado. Bien por ellos, Dios los bendiga.

1 de abril de 2012

Prada y Castellani

Les dejo aquí o aquí parte del primer capítulo del nuevo libro (en formato PDF) del español Juan Manuel de Prada titulado "Cómo sobrevivir intelectualmente en el siglo XX" en el cual presenta una selección de escritos de Leonardo Castellani, a quien compara con G. K. Chesterton y llama "el pensador más importante del siglo XX".


Juan Manuel de Prada

La obra promete una fina exposición del pensamiento del padre Castellani, así que, aunque aún no he tenido oportunidad de leerlo, lo recomiendo, tal como lo hace su autor aquí. Contiene las dos primeras secciones, "Liberalismo" y "Revolución", del primer capítulo llamado "Primero Política".


Leonardo Castellani