18 de diciembre de 2012

El Concilio Vaticano I, ¿rupturista?

Traduzco aquí un artículo escrito por el P. Ray Blake y publicado en su blog Fr. Ray Blake's Blog, que trata sobre un tema fundamental en la relación entre la Iglesia católica y las diversas Iglesias ortodoxas. Este tema radica básicamente en la figura del Papa, su rol dentro de la Iglesia universal (cuál es, cuál debería ser, etc.). Me ha parecido interesante para reflexionarlo, así que lo he traducido para ustedes.


Fr Ray Blake
P. Ray Balke (fotografía extraída de su blog)

¿Fue el Concilio Vaticano I de ruptura?




Hay mucho que hablar del Espíritu del Vaticano II; el P. Henry "consiguió" [enlace en inglés] una entrevista interesante con el sabio cardenal Piacenza, declarando el constante mensaje de este Papado: "El Concilio Vaticano II no fue de ruptura".

Tengo un obispo griego amigo que enseña teología y es consejero teológico del Patriarca de Constantinopla. No estoy tan seguro de que lo que dice el Vaticano II la interese realmente. Su gran problema es el Vaticano I y lo que dice sobre el rol del Papa y la naturaleza de la Infalibilidad Pontificia. Ese es el punto de estancamiento de cualquier esperanza de re-unión con Oriente; en el pasado, cuando hablé de la posibilidad de re-unión con él, su respuesta fue "Es imposible" por el Vaticano I.

Es interesante que desde el lado ortodoxo parece que ha habido progresos, aunque cualquier ortodoxo que se precie odiaría esta palabra, así que hablemos de una "profundización en el entendimiento o en la cuestión" del rol de los "Patriarcados" y sus relaciones con los demás, más que nada por las vísperas del Sínodo Pan-ortodoxo, que podría o no realizarse. Uno de estos temas que está en la agenda en el rango del Patriarcado de Moscú en relación con aquellos de origen apostólico y especialmente la relación de Moscú con Constantinopla. La de ésta con Atenas es otro problema. Aunque nunca será discutido públicamente, el Patriarcado Romano es realmente importante para la Ortodoxia, tanto en cómo se ve a sí mismo, como también en el reclamo que la Ortodoxia haría acerca de nosotros cayendo en herejía o habiendo ido al cisma, dado que si "la primera Roma ha caído", ¿qué hay del reclamo de Moscú de que es la tercera Roma, porque "Constantinopla, la segunda Roma, ha caído"?. ¿Qué se entiendeo por "caer"? ¿Por qué es que hay muchos reclamantes de los Patriarcados de Jerusalén y Alejandría y sólo hay un reclamante sin oposición al Patriarcado romano? ¿Cuál es la relación de Constantinopla con las demás Iglesias autocéfalas, especialmente las Patriarcales?

Otro tema vinculado es la validez de los sacramentos de lo que la Ortodoxia ve como Iglesias o comunidades eclesiásticas cismáticas y heterodoxas. Esto tiene que ver con cuán distantes, cuán caídas están las comunidades protestantes y sus sacramentos. ¿Son lo mismo que las Iglesias Orientales Ortodoxas que rechazaron Calcedonia? ¿Y qué hay de los sacramentos de aquellos en comunión con Roma, no sólo latinos sino también orientales y bizantinos? Pero el gran problema para los ortodoxos, al menos a lo que a Roma se refiere, son los reclamos sobre el "Espíritu" del Vaticano I, que simboliza no menos que la ruptura.

Para los católicos parece haber un desdibujamiento del Magisterio Ordinario y Extraordinario. Las enseñanzas sobre el control de natalalidad artificial y la imposibilidad de la ordenación femenina al sacerdocio (y episcopado) son cada vez más presentadas como enseñanzas "infalibles" pero no tanto porque fueran enseñadas por Pablo VI o por Juan Pablo II sino porque han sido "siempre y en todas partes" enseñadas por la toda la Iglesia
Para todo el debate exaltado en torno al Vaticano I y ciertamente todo el 'ruido' posterior al "Espíritu del Vaticano I", nada de lo que ha sido declarado como enseñanzas "infalibles" desde 1870 es nuevo. Todo se encuentra en los principios del primer milenio, es decir antes de la ruptura entre Oriente y Occidente.

En los últimos mil años, desde el Gran Cisma la teología del Patriarcado no ha tenido importancia en Occidente, pero cuanto más progrese el diálogo ecuménico y cuanto más comencemos a valorar al Oriente, será más importante una "teología de cátedras [sedes? - "a thology of chairs" en el original]" (sic).

El Vaticano I habla de una autoridad "universal" que tiene el Papa sobre toda la Iglesia y efectivamente, el primer título abandonado por Benedicto XVI fue el de "Patriarca de Occidente", el que para los ortodoxos fue visto como una sutil modificación de "Patriarca Universal". Pero en la práctica, ¿qué quiere decir? ¿Significa realmente algo diferente en el segundo o tercer milenio de lo que hubiera significado en el primero? ¿Significa algo más que ocupar la primera sede pero en compañía -y no en "dominación" de- otros Patriarcas?
¿Fue el Concilio Vaticano I de ruptura?

La vuelta de los dos ambones

Traducimos a continuación el artículo escrito en lengua portuguesa por Kairo Rosa Neves de Oliveira en el sitio Subsídios Litúrgicos Summorum Pontificum (...) que hace referencia al curisoso uso de dos ambones durante la Misa de apertura del Sínodo de los Obispos, en Roma.

Nota de actualización: aunque el artículo es bastante viejo -lo reconozco-, no creo haber encontrado repercusión en los sitios hispanohablantes -sobre todo los dedicados a la liturgia-, así que contribuyo a su difusión. No tiene desperdicio.

***

Todos deben tener visto en los blogs y también en las redes sociales al Santo Padre usando el fanón en el día de ayer. Otra novedad que puede haberse escapado a la vista de algunos es una interesante disposición del espacio donde fueron hechas las lecturas. No uno sino dos ambones fueron usados. ¡Y no es la primera vez! En la apertura del Sínodo de los Obispos y también en la del Año de la Fe los ceremonieros pontificios ya habían colocado en la Plaza de San Pedro otro ambón para las lecturas "al sur" del altar.

El ambón de la epístola fue ubicado en la parte superior de la escalera de la basílica que sirve de presbiterio en la celebración. A la misma distancia del altar que el otro ambón. Desde allí se hicieron las lecturas, fue cantado el salmo y, al final de la litrugia de la palabra se hizo la oración de los fieles.

El ambón de la epístola, segunda lectura siendo hecho por un clérigo oriental.

El ambón el lado derecho, que ya era usado, estaba notablemente más florido y allí fue proclamado el Evangelio. Eso corresponde a la práctica prevista en el misal de 1965, que conserva los lados "cornu epistolae" y "cornu evangelii" pero ya se ha reanudado la práctica del uso del ambón como obligatoria en la liturgia.

El ambón del Evangelio: diácono cantando el Evangelio.

Cabe ahora hacer un puente entre la liturgia de 1965 y la liturgia actual. Para eso precisaremos de ir un poco antes: estudiar el origen de esta pieza en la arquitectura de las iglesias cristianas que está antes del mismo origen del cristianismo. El ambón ya se encontraba en la liturgia de la Sinagoga y también en las cortes civiles para el uso de los abogados. Pasó entonces a nuestra liturgia como una gran facilidad, siendo abundantemente encontrado en la arquitectura cristiana ya en los primeros siglos.

En el siglo V era común encontrar en las iglesias mayores dos ambones, como se puede ver en la Basílica de San Anselmo. Uno, a la derecha, era propio del obispo -siempre que no hablaba desde la cátedra- y del diácono al cantar el Evangelio, al lado del cual más tarde se colocaría el candelero para el Cirio Pascual. El otro, a la izquierda, el más bajo, era propio de aquel que cantaba el Responsorio-Gradual.

Con el pasar del tiempo, sin embargo, los ambones desaparecieron casi completamente del rito romano. En la Misa solemne el subdiácono cantaba la Epístola de un lado del presbiterio teniendo el Epistolario asegurado por un acólito; el diácono a su vez era ayudado por el subdiácono a cantar el Evangelio. En la Misa rezada ["Misa baja"] las lecturas eran hechas desde los bordes del altar manteniéndose entre tanto la localización primitiva de cada texto litúrgico: la Epístola era leída a la izquierda en tanto que el Evangelio era leído a la derecha. De ese uso procede la expresión "Cornu Epistolae" y "Corny Evangelii" e incluso la separación del propio espacio sagrado del lado de la Epístola y del Evangelio.

La homilía sin embargo no perdió su lugar, pasando a ser pronunciada desde los púlpitos. Estos, aunque tuviesen una apariencia semejante a los ambones, diferían significativamente de sus ancestros por un detalle interesante: no eran usados para la Misa propiamente dicha en tiempos en que la homilía no era tenida como parte de la Misa. De hecho la homilía podía ser hecha antes o después de la Misa, o simplemente el predicador se quitaba la casulla -o al menos el manípulo- indicando la "suspensión" de la misma para la predicación. [N. del T.: recordemos que ambos ornamentos son propios y exclusivos de la Liturgia Eucarística]

Así los ambones de la liturgia primitiva eran piezas de uso litúrgico en tanto que los púlpitos no lo eran. Es común observar todavía en las iglesias, como es el caso de la Catedral de San Pablo [Brasil, como también pueden observarse en la Catedral Metropolitana de BsAs], dos púlpitos, uno de cada lado de la iglesia. Eso en nada refleja los dos ambones que se acostumbraba tener, y que el Misal de 1965 exige tener de vuelta. La presencia de dos púlpitos sirve para que el predicador pueda ser visto por el obispo (que tradicionalmente se sienta del lado derecho) o por el presbítero (del lado izquierdo) cuando no el mismo clérigo que oficia la Misa y hace la homilía.

Volviendo a los días actuales, vemos que las reformas del siglo XX acabaron por recolocar los ambones en el rito romano; primero dos ambones, según las rúbricas de 1965, después apenas un ambón, conforme al Misal de 1970 y posteriores. Cabe resaltar, sin embargo, que según las rúbricas de 2002, no se prohíbe explícitamente el uso de dos ambones aunque toda la IGMR [Instrucción General del Misal Romano] trate de ambón, siempre usando el singular. Y parece ser en ese punto que el Departamento de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice da un paso más "ad fontes".

Ambón de la Epístola: corista canta el Salmo en la Misa de apertura del Sínodo de los Obispos.

El uso de dos ambones torna la forma ordinaria más de acuerdo con la forma extraordinaria del rito romano, siendo un paso en la dirección de la reforma de la reforma de Benedicto XVI. Puede ser un poco precipitado el decirlo, pero parece que dos ambones pasarán a figurar en las Misas papales.

Salven la Liturgia.

NOVO MOVIMENTO LITÚRGICO BENEDITIANO.

17 de diciembre de 2012

El Tradi, de moda

Debido a las amables quejas que me han hecho algunas personas sobre lo escuetas y muy esporádicas que resultan mis entradas, y por lo desactualizado que aparentemente resultan, contesto: lamento tener por estos días muy poco tiempo para hacer un análisis completo e interesante de los temas que [me] interesan. Además he de sumar que cuanto uno más profundiza y se forma, más responsabilidad se tiene sobre la información que uno brinda y sobre el análisis y la opinión personal que el blogger expone. Hay cerca de diez o quince borradores que tengo archivados que por diferentes razones aún no termino de darles forma. Y allí quedarán hasta que tome cartas en el asunto. Hasta entonces, paciencia.


Ahora, yendo a lo que generalmente nos incumbe:
Habrán leído la nota del semanario británico "The Economist" (el enlace es de una traducción del inglés provista por Catholicvs, no es de la nota original).

Me parece un artículo genial. No por quien lo escribió -que no es ningún docto en el tema- ni por su contenido, que va orientado hacia un objetivo que no nos interesa. Lo que es genial es que un medio de prensa que ha sido calificado en los sitios amigos como liberal-laicista haya dado un espacio (es decir, haya gastado/invertido tiempo y dinero) al catolicismo tradi, y más que nada que haya demostrado sin vueltas ni eufemismos que el tradicionalismo va en alza.
El autor del texto -quien no lo firma- aparentemente pretende crear una cierta clase de advertencia o prevención a su público de "lo que se viene". Sin embargo en ningún momento puntual hace una crítica ácida al tradicionalismo. Más bien podemos encontrar críticas a la institución misma de la Iglesia -que en definitiva es lo que le encanta hacer a esta gente. El tradi aparece como lo que es: el oprimido. Pero no, no hablaré hoy de lucha de clases...

Pero contrario a muchos de los que han realizado críticas al artículo, no creo haber encontrado a un periodista (o lo que sea) "contrariado" con el fenómeno que describe. Más bien parece causarle gracia que la Iglesia se regenere por dentro. Cuando a la sociedad mundana le encantó que la Iglesia se "aggiornara", que le entrara aire fresco por los pliegues de la sotana, creyó que "todo lo anterior" había sido solamente un pésimo manejo de las políticas de la Iglesia que había intentado detener (y con presunto éxito) a la institución de "avanzar". Esa apertura constituía la refutación de tal teoría y vino bien para el católico tibio (que ahora no tenía que defender a la Edad Media, sino pedir perdón por ella) y para el ateo ("todo tiende al progreso, al avance del hombre, todo se moderniza"): que la Iglesia era una institución anticuada sin posibilidades de adaptarse al mundo moderno quedó en el pasado.
Pero ahora, esta teoría de una Iglesia con necesidad aperturista (y por la que se ha colado el humo de Satanás, Pablo VI dixit) de que esa cuestión que se planteó siempre entre los liberales e "ilustrados" de todas las épocas (la Iglesia siempre fue conservadora y tradicional en medio del "progreso de las sociedades"), resulta haber sido refutada. Y con alegría: es festín para los anti-católicos y para los católicos tradis. La Iglesia vuelve a ser lo que felizmente era: la inadaptada y (bi)milenaria institución religiosa, anticuada y conservadora, que no se aggiorna a la mentalidad materialista atea moderna... Gran desilusión para católicos liberales y gran ilusión para católicos "en serio" y ateos -y demás desgracias similares.

Un punto de salida, que en realidad es un punto de llegada en el artículo:
¿Es simplemente un surgimiento extravagante [o afloramiento de excentricidad], o una señal de que la iglesia tomó un rumbo equivocado hace 50 años?
Esta frase, la última del texto, no es más que la icógnita que hemos manejado las últimas décadas. No me refiero a la extravagancia/excentricidad (que por cierto, la tienen muchos "tradis" y no sé cuán sana sea) sino al tema de la Iglesia misma. Claro, desde el punto de vista de un británico probablemente no creyente, o protestante en el mejor de los casos, que desconoce los documentos conciliares, así como la situación real antes y después del Concilio es una cuestión relativamente fácil. Pero para nosotros, resulta una cuestión más profunda. Sabemos que los rumbos equivocados y las desviaciones no son por el Timón de la Iglesia - el cual siempre está amparado por el Espíritu Santo y nunca se desvía de la sana Doctrina- sino de las malas interpretaciones de los documentos conciliares, que por lo demás, no son la octava maravilla de la literatura eclesiástica; hemos de reconocerlo sin pelos en la lengua, y con respeto. Muchos de ellos -teorías conspirativas aparte- fueron elaborados con buenas intenciones, Pero basta con leer algunos documentos que están desde mal redactados hasta confusos y/o ambiguos; evidentemente la sola buena voluntad de algunos ("multis", seamos justos), no alcanzó. Pero ese no es el punto; puede serlo en otra entrada.

El punto es que la corriente tradi ha tomado tanta inercia, la cual es lo suficientemente relevante como para tener espacio es un semanario de tal calaña (al menos en lo que se refiere al ámbito religioso). Ya había hecho algo de ruido la peregrinación "Una cum Petro", pero la cosa evidentemente no se ha detenido allí. El artículo describe el salto exponencial de la Misa tradicional en el mundo y de los fieles que asisten a ella desde la promulgación de Summorum Pontificum. Y surge un dato clave, importantísimo: la juventud, las nuevas generaciones. Y no estamos hablando de los hijos de los lefes, no. No en este caso. Hablamos de jóvenes muchas veces totalmente ajenos al Concilio (nacidos mucho tiempo después), ajenos a las discusiones y deliberaciones que tanto han complicado la vida a tantas personas (e instituciones), y que encuentran en la Misa tradicional un refugio seguro. Cito:
[...] la feligresía es joven e internacional. Al igual que el cristianismo evangélico [se refiere a las sectas evangélicas], el catolicismo tradicional está atrayendo a gente que ni siquiera había nacido cuando el Concilio Vaticano II trató de renovar la Iglesia. Los grupos tradicionalistas tienen miembros en 34 países, incluyendo Hong Kong, Sudáfrica y Bielorrusia. Juventutem, un movimiento para católicos jóvenes a quienes gustan los viejos usos [o las viejas formas], presume de tener veintenas (sic) de activistas en una docena de países.
La declaración es contundente. Hablamos de Juventutem (de "juventud", justamente), Una Voce, y centenares más. Y lo que es más, habla del uso de la tecnologia que sirve como herramienta cohesiva e informativa entre y para católicos -para y quienes estén interesados en los temas, desde luego. Cito:
Los tradicionalistas usan los blogs, las páginas web y las redes sociales para expandirse por el mundo —y para denunciar a las diócesis y párrocos liberales recalcitrantes, quienes hace mucho tiempo que ven a los Latinistas (sic) como una minoría auto-indulgente, anacrónica y afectada—.
Este elemento es fundamental. El uso de las herramientas para la promoción de lo más sagrado. Es lo que, por instancia, nos viene aconsejando el Santo Padre hace rato: el usar todos los medios posibles para la prédica del Mensaje Salvífico. Y allí entra por ejemplo la famosa "Nueva Evangelización", o como quieran llamar al fenómeno. Todo parte y se dirige hacia lo mismo Dios, como corresponde en todo creyente de ley.


Hago notar que el autor menciona incluso un elemento bastante disimulado hoy: la persecusión de los sacerdotes (y religiosos) que celebran o desean celebrar la Misa tradicional. Esto no es ningún secreto; es una realidad casi tangible.
En 2007 se produjo un gran cambio, cuando el Papa Benedicto XVI aprobó formalmente el uso de la antigua Misa de rito latino. Hasta ese momento, el aprecio por la liturgia tradicional podía arruinar la carrera de un sacerdote.
Más allá de las imprecisiones de la afirmación (el Papa no aprobó su uso, sino que lo facilitó, y para el sibarita técnico, el rito romano no es el único latino), resulta muy certera la afirmación. Es más, en realidad quien escribe acota el rango: aún hoy el aprecio por la tradición arruina y/o margina a miles de sacerdotes en todo el mundo por su amor a la tradición de la Iglesia. Sus mismos pares e incluso sus superiores les imponen trabas o le generan obstáculos de toda clase.

Y por último, pero por ello no menos importante, menciona al Ordinariato (para conversos del anglicanismo), que ha sido una estructura canónica fundamental para el "regreso a casa" de centenares de fieles, sacerdotes y relgiosos de la cismática y protestantizada "Iglesia de Inglaterra".
La causa [tradicionalista] también ha recibido un nuevo impulso con el Ordinariato [anglicano], un grupo patrocinado por el Vaticano para ex-Anglicanos. Docenas de sacerdotes anglicanos han “cruzado el Tiber” de la muy ritualista ala clerical “olores y campanas” (sic); encuentran una rápida acogida entre los católicos tradicionalistas.
Sabemos por experiencia que incluso católicos tradis (osea, de Rito Romano "puro") se han acoplado a parroquias ahora católicas pero de Uso Anglicano que con más conservadoras que las originales católicas. Tema a desarrollar este, en otro momento.

En fin, me parecía un artículo digno de ser comentado y analizado no por el hecho de que sea de valor su autor, sino porque nos ha dejado un mensaje subyacente (inconsciente) a los católicos: vamos por el buen camino.

Deo gratias.
(Estaba pensando en titular estos posts como "Comentarios Gratias", pero me imaginé las primeras criticas por ser excesivamente sarcástico, así que decidí dejarlo así, je!).

12 de diciembre de 2012

Volvé, te perdonamos

Nadie del palo por estas regiones creía en el futuro episcopal de Mons. Zecca, antes rector de la Pontifica Universidad Católica Argentina, ahora Arzobispo de Tucumán.

Mons. Alfredo Zecca

De la mano de gente como Padilla el Artillero y demás, conocemos las andanzas del prelado (por entonces sólo honorífico) y su gestión en la Universidad Católica. Desde luego, tiene sus fundamentos, más allá de que hayan sido obtenidos de medios poco ortodoxos (¿deberíamos denominarlas UCA-leaks?). Hay pruebas contundentes de hechos que han de ser recriminados. El señor Marcelo González, aprovechando la correntada también ha llevado ocasionalmente el agua a su molino, con cuya rueda de molienda ha descuartizado al mencionado prelado, a su gestión, a su vida personal (ojo, no estamos hablando de nada de lo que hoy calificamos como algo realmente grave), etc.
Todo el mundo, con mayor o menor justicia, precisión y misericordia ha hablado, al parecer, de este rector que devino en episcopus. Se habló de cuánta justicia había habido en este "premio", y se especuló con negocios. De suerte que no se habló de simonía, porque el debate daba para todo (disparate)...

En fin, AICA publicó en los días pasados el mensaje de Adviento de Mons. Zecca. Aquí, algunos extractos:
El supuesto ‘retorno de lo sagrado’ a nuestra época, que algunos pensadores sostienen, – no podemos engañarnos – no es un retorno a las prácticas religiosas tradicionales sino, por el contrario, en muchas ocasiones, a una religiosidad más emotiva que doctrinal, sin referencia a un Dios personal y mucho menos a la Iglesia”, advirtió en su mensaje de Adviento publicado en el diario La Gaceta.
Bueno, creo que esta cita dice bastante. Seguramente muchos no lo esperaban (hago mea culpa y me incluyo, aunque parcialmente, por justicia) y ese es el factor revolucionario. El marco de sus dichos está directamente relacionado con el recientemente Año de la Fe, del cual dice:
El arzobispo tucumano sostuvo que “el anuncio gozoso de la fe, sin embargo, acontece hoy en un Occidente secularizado donde la pertenencia a la Iglesia, al menos nominal, sigue siendo mayoritaria, pero en el que se verifica una ruptura en la transmisión de la fe que hace que la misma haya dejado de ser un presupuesto obvio de la vida común. Ello no impide, claro está, que muchas personas, aún no teniendo fe, busquen con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su existencia”.
Y continúa, citando un documento papal (la carta apostólica Porta Fidei):
“Pero fuerza es reconocer que la fe está sometida, más que en el pasado, a una serie de interrogantes que provienen de un cambio de mentalidad y de la reducción del ámbito de las certezas racionales al de los logros científicos y tecnológicos. A ello contribuye también, a su modo, cierto laicismo que concibe la fe como un acto puramente subjetivo e interior”, subrayó citando la carta apostólica Porta Fidei, del papa Benedicto XVI.
El resto del mensaje es interesante también. Pueden leerlo en el enlace. Hay quienes dicen que está desarrollando sus tareas pastorales muy bien... ¿Gracia divina episcopal? Quién sabe...

Ahora pasamos a hablar del actual rector de la UCA, Pbro. Dr. Víctor Manuel Fernández.

Como muchos sabrán, el Señor Rector, sacerdote católico, doctorado en Teología en la misma UCA, otorgó el Doctorado Honoris Causa al rabino Abraham Skorka. Por supuesto, el Gran Canciller de la UCA es el Cardenal Primado Mons. Bergoglio. No hay dos sin tres (y ya tenemos a los tres).

Abraham Skorka
Trío dinámico (con el más profundo respeto por el Orden Sagrado)

El rabino Skorka no es un pato extraño en la laguna. Viene hace rato participando de un "diálogo" televisado en base a las Sagradas Escrituras ("Biblia, Diálogo vigente") que se transmite repetidamente en el Canal 21, perteneciente al Arzobispado de Buenos Aires. Quienes hayan visto alguna parte de algún programa -yo lo he hecho- pueden afirmar, sin descontextualizar, que es un tanto triste. Mons. Bergoglio, cuando habla, sólo se dedica a tratar todo lo relacionado con lo social y el trato intraindividual (apoyado en citas imprecisas y en pasajes bíblicos anécdoticos bastante vagos), mientras que el rabino cita continuamente pasajes bíblicos (¿tanájicos, será?) con suma precisión y que dan una respuesta concreta y poderosa a los temas propuestos. Tema aparte, que no deja de ser triste.

También ha disertado junto con el hijo de un pastor protestante "observador" del CV II (es decir, que ni siquiera ha presenciado él mismo el Concilio) sobre el desarrollo del mismo. Qué tiene un judío o un protestante para decir de un Concilio Ecuménico de la Iglesia católica, resulta una icógnita... Y más si los convocan a ellos y por ende excluyen a participantes (no meros "observadores") religiosos católicos que tienen idea de qué se habló, con qué propósitos y cuáles fueron sus frutos (si es que los hubo).
Más de lo mismo: políticas "dialoguistas" inútiles.

En fin, yendo al grano: esto dice oficialmente la UCA respecto al otorgamiento del doctorado al rabino:
En un hecho inédito, y en el marco de las celebraciones por los 50 años del Concilio Vaticano II, el rabino Abraham Skorka, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, recibirá el doctorado honoris causa en la UCA. Este gesto se considera un signo importante del creciente acercamiento que hubo entre las comunidades católica y judía de Argentina en los últimos 50 años.
Porque claro, el Doctorado Honoris Causa se limita a un manejo político interreligioso. Pregunto yo... una universidad católica... que además es potificia... ¿no tiene mejor candidato para un Doctorado Honoris Causa que un rabino judío? Aclaro, la importancia que le doy no es por el hecho de que el Doctor sea judío o rabino, sino porque su vida no es reflejo de vida cristiana, ni ha realizado la menor contribución a la Teología cristiana ni a su Doctrina. Nada. Sólo se lo dan porque eso los hace más dialoguistas. Es un hecho que no tiene ni pies ni cabeza. Por otro lado, ¿qué valor adquiere para un rabino judío el tener un Doctorado Honoris Causa por una universidad católica y pontificia? Es decir, si a mi me otorgara una universidad judía un Honoris Causa, debería reveer qué vida llevo para que me lo otorgue una entidad judía y no una cristiana (por no decir católica). Sin duda quisiera ser "premiado" por mis virtudes cristianas (o por mis contribuciones al Cristianismo) que por el papel que haya podido desempeñar mi institución (porque ni siquiera es mérito propio de Skorka) por un acercamiento con otra religión.

Y como remate del asunto, Skorka, antes de recibir el doctorado pronuncia un discurso ante autoridades eclesiásticas y académicas (Mons. Bergoglio presente), en el cual descalifica a la Iglesia católica, afirma que la Teología católica es la culpable del anti-semitismo, de la marginación y de la elaborción de un falso concepto de "deicidio", de complicidad con la "Shoá", etc. Es decir, insulta en la cara a la Iglesia, a la Doctrina y Teología católica. No exagero: el video puede verse en Internet. Hay algunas cosas que mejor saltearlas. Una total vergüenza.

Les comento que se publicó además en InfoCatólica una carta dirigida al director del sitio donde M. Virginia O. de Gristelli -muy conocida en el ambiente católico coherente- plantea seriamente si la UCA es hoy en día completamente católica, y si es una universidad católica. Les invito a leer el artículo y a que saquen sus conclusiones. Lo que hace es describir las herejías y bestialidades que  pregonan algunos egresados de Teología de la UCA, y por inducción trata de llegar a qué corcho les enseñan allí... Porque lo acepto: uno puede sacar sus propias conclusiones, pero decir tantas locuras y de esa calidad, ya es demasiada casualidad para una sola institución. Les recuerdo que el Señor Rector de la UCA es, como dije, egresado de esa Facultad también...

Y una frase a síntesis, que me valdrá la condena de más de uno, que me tildará de "pseudo-católico liberal-progre-modernista-hereje-apóstata": 

VOLVÉ ZECCA, TE PERDONAMOS!!!