30 de diciembre de 2011

Un dúo dinámico que terminó en solista

Aquí el dúo dinámico inusualmente vestido junto al puntero oficialista de Tigre, Sergio Massa, en ocasión de la Procesión NáuticaClaro que la relación con Massa se ha sembrado en todos los campos, además del del viñador...


Comienzo: hoy viernes 30 de diciembre trascendió oficialmente la recepción de la renuncia de Monseñor Alcides Jorge Pedro Casaretto (foto) que desde 1985 gobernaba la diócesis. Su sucesor es entonces Monseñor Oscar Vicente Ojea, ordenado en 2006. Aquí Javier del Rio en su blog nos ilustra con unas breves líneas para darnos alguna idea de lo que ha pasado, para aquellos menos perspicaces:
Finalmente veo en las noticias de hoy que el Papa Benedicto XVI le "aceptó" la renuncia, por lo cual Monseñor Oscar Vicente Ojea, el Coadjutor que se le habia nombrado para que la diocesis tuviera una "transición ordenada" según los dichos oficiales de Libertador 16199 (y que, según una simple analogía con la situación de la diócesis de Neuquén, para mi, a causa del desmadre generalizado del cual tenían harta noticia en las Oficinas de la Santa sede) lo sucede sin mayor ceremonia.
No me sorprende la rapidez de la aceptación.

Un par de días como para que los muchachos de las oficinas de allá y de acá trabajen sin demasiado sobresalto.
Es una "aceptación inmediata".
¿Se entiende? No hubo premio a la GESTIÓN.
No se le extendió ni un solo día más, ni para decir "Feliz Año Nuevo".
Porque si las cosas andaban tan bien como dicen casi todos los que me han insultado a mansalva, no se ve porque el Papa no hubiera querido prorrogarle un tiempito más el magnífico gobierno pastoral.
Mons. Casaretto luciendo extraordinariamente el hábito correspondiente a su dignidad eclesiástica.

Aquí, Mons. Casaretto con su facha del día a día.


Como Javier del Rio mismo dice, tanta cosa a uno ya le hace desconfiar...

Sabemos que Monseñor Ojea tiene línea similar a la de Mons. Casaretto, pero ello no implica necesariamente que las cosas que han empeorado y venido TAN mal en la Diócesis tengan que continuar así o peor. De hecho la esperanza de muchos -me incluyo- radica en que el nuevo obispo pueda por fin poner término a tanto escándalo (porque a fin de cuentas lo es), y se decida a trabajar duro para sacar adelante todo lo que a esta altura sea salvable. Y que por supuesto, haga lo imposible por aquello que vemos insalvable.









Reitero. No hay que ser un desagradable pesimista que todo lo ve mal; pero de ahí a decir que todo marcha sobre ruedas, que está todo perfecto... Porque la reducción de la tarea pastoral a la dimensión social que es lo que al parecer era único motivo de desvelo del ya EX obispo Casaretto, es completamente desproporcionada, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de necesidades que tiene la diócesis en TODOS o casi todos los ámbitos que la conforman.

En fin.

Mons. Oscar V. Ojea, obispo de San Isidro
He aquí al nuevo obispo, Mons. Ojea. Dios lo preserve de todo mal y cuide que cumpla con todo su celo apostólico de su obligación como pastor y gobernante de la Diócesis, que mucho daño ha sufrido ya. Dios lo bendiga y lo ilumine, sobre todo para sacarnos del estado de sitio y de emergencia en que nos han dejado otras gestiones.

3 comentarios:

  1. lamantablemente como sacerdote de la iglesia catolica, me repugna ver estos escandalos q promueven a falat de caridad. espero que tu lengua y que tu fin se orienten a servir a la iglesia desde la verdad y libertad..

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  3. Le aseguro que a mí, como fiel católico y como blogger al servicio de la Iglesia, también me repugnan igual que a Ud. estos escándalos.
    Dios quiera y permita que mi lengua y el fin de mi blog se cumplan, ya que están efectivamente orientados a servir a la Iglesia.
    De todas maneras este espacio no tiene por objetivo denunciar abusos y escándalos -aunque si la ocasión se da no dejaré de hacerlo-, si no el de dar a conocer la Tradición de la Iglesia; algo que ya no se hace más en los seminarios (excepto para las clases de Historia de la Iglesia o de Patrística), especialmente en el sanisidrense que está prácticamente clausurado tras la gestión anterior) y si no es así, se da con un "pero eso no va más: es antiguo, anterior al Concilio". Cuando los sacerdotes formados tras el Concilio dejen de detestar todo lo "anterior al Concilio", entonces podremos empezar a trabajar bien. Pero para ello, hace falta mucho, mucho tiempo (basta con hablar con cualquier sacerdote o seminarista joven de la diócesis, de los que se cuentan con los dedos de una mano).
    Aún tengo esperanzas con Mons. Ojea; espero no verme defraudado como católico y como blogger.
    Saludos, que Dios lo bendiga!

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