Hoy el Papa Francisco celebró la Santa Misa "mirando a Dios" en la capilla de San Sebastián de la Basílica de San Pedro. Celebró en el altar que ahora contiene los restos del Papa Beato Juan Pablo II.
Me parece muy lindo todo (excepto la falta de ornamentos). Pero, en mi inexperta opinión personal, no se trata de "gesto" alguno. Estoy seguro de que el Papa quiso celebrar concretamente sobre los restos de Juan Pablo II, algo que obviamente no podía hacer celebrando en un "altar móvil" por la sencilla razón de que Juan Pablo se encuentra debajo del mármol del altar. Es cierto que había espacio para "el móvil", pero eso no quita lo anterior.
Podríamos tratar de hilvanar un nexo causal entre las reuniones con Castrillón Hoyos y Levada, y luego esta Misa ad Orientem... pero creo que sería establecer una causalidad muy forzada. En este caso, creo yo, la respuesta es sencilla: es un Juan Pablo III de corazón. Quiso celebrar sobre sus venerables restos, y eso fue lo que hizo. No creo que fuera tan "malicioso" tampoco de "amagar" así, con un falso "gesto" hacia los tradicionalistas. No creo que sea esa su forma de manejar la res pública.
Creo que esa es toda la explicación. Los que saltan de alegría por "el gesto del Papa" creo no han tomado sabido hacer una lectura más llana de acuerdo a la mano que hoy nos toca.