Es interesante hacer algunas veces un alto en las cosas que se leen.
En una página de Facebook de contenido católico, hayamos la siguiente imagen. En realidad, hay dos errores: uno accidental, y el otro sustancial. Lo del comentario de la izquierda lo dejo para lo último.
- Lo accidental: si hablamos de "Misa Tridentina", que no es más que un término de entre-casa, puesto que la Santa Misa no se codificó ni se "inventó" en el Concilio de Trento, y ni en aquel Concilio adquirió su última forma, deberíamos llamar a la otra "Misa Vaticana", puesto que todas las reformas se hicieron en aquella ciudad. Si en cambio vamos a hablar de "Novus Ordo" (que en realidad tiene un sentido algo peyorativo), debemos hablar de "Vetus Ordo" para el otro. De cualquier forma no existe la "Misa Novus Ordo", si no la Santa Misa celebrada según el Ordo Missae nuevo.
- Lo sustancial: radica en la frase de abajo (en la de la letra chica), que hace cambiar completamente el sentido de todo lo anterior ante una condición: que se guarde la "reverencia debida". Según esta frase, por más que la Misa (sea celebrada en la forma que sea) esté completamente "aprobada" y sea completamente digna, si NO hay reverencia ("debida"), no hay Misa... ¿O me equivoco? Ante todo hay un error lógico: si la Misa es digna (hablando desde un aspecto claramente humano), entonces hay "reverencia debida".
Pero en el fondo el problema es mayor aún. Porque la Santa Misa no es digna por el mero hecho de que haya "reverencia debida".
Lo que celebra un sacerdote sedevacantista -es decir, un sacerdote en cisma formal-, por más reverente y solemne que pueda ser, no es Misa. Aunque haya sobrepellices antiquísimos, mucho incienso y todo el canto gregoriano del mundo. La dignidad de la Misa no radica en cuánta reverencia se le de al culto, si no que radica en la Presencia Real misma de Nuestro Señor Jesucristo en la Hostia.
Y esto finalmente da con el comentario que aparece a la izquierda, que aparentemente se opone a la afirmación que aparece en la fotografía. Porque la Santa Misa, sea celebrada en la forma que sea (ordinaria o extraordinaria), no es MÁS ni MENOS digna en una u otra. Y tampoco será menos digna porque en una Misa tridentina el celebrante gire al "Dóminus vobíscum" para el otro lado o porque desafine al entonarlo, como tampoco será menos digna una "Misa nueva" por estar [mal]acompañada por guitarras o porque haya sobre el altar una única velita miserable, en vez del número que corresponde. Será dignificada por la presencia Real de Dios en la Eucaristía, por más que el consagrante no tenga fe en lo que esté haciendo o por más que la liturgia sea desastrosa.
Por supuesto que esto no justifica que haya desastres y/o abusos en la liturgia, ni mucho menos. Los hubo, hay, y muy probablemente los habrá siempre, en ambas formas de la Santa Misa. Eso, sin embargo, no debe desalentarnos; a quién no le ha pasado que, para cumplir precepto -y ante la imposibilidad de asistir a otra- haya tenido que soportar una Misa celebrada desastrosamente. La liturgia ceremoniosa y reverencial no es otra cosa que la manifestación del amor por Dios vivo; sin embargo no se debe caer, por amor a las formas, en un ritualismo hecho por amor a las cosas de los hombres tampoco. Tales son los penosos casos que me han tocado vivir algunas veces, sobretodo presenciando la Divina Liturgia ortodoxas, por ejemplo.
En fin, el comentario del usuario de Facebook fue respetuosamente deformado para que esto no constituya un "ataque personal", sino un vehículo para formar. Habrá quien se sienta tocado, quizás, por esto. En ese caso, reitero, no se trata de algo personal, sino de una reflexión enfática, y sobre todo, fraterna.
In Xto.
Algo que no me quedó claro de tu comentario:
ResponderBorrarLo que celebra un sacerdote sedevacantista -es decir, un sacerdote en cisma formal-, por más reverente y solemne que pueda ser, no es Misa.
¿?
Tengo entendido que sí es Misa si utiliza un Misal católico (aunque sea del 1300 o lo que quieras)y dice correctamente las palabras de la consagración. Que la Misa sea ilícita no implica que sea inválida.
Saludos
El documento "Sacerdotium Ministeriale" (1983) de la Congregación para la doctrina de la Fe, sintetizado en el CEC (n.1411), que evoca la sesión XXII del Concilio de Trento, afirma sobre esto:
Borrar"[...] ii. En el caso del ministro hereje, cismático o excomulgado, puede consagrar válidamente la eucaristía, porque dicha potestad le viene de actuar in persona Christi (el sacerdocio lo recibió para siempre), pero no produce el el efecto sobrenatural del sacramento por realizarlo fuera de la unidad de la Iglesia (el efecto sobrenatural viene por las oraciones de la misa que el sacerdote proclama in persona Ecclesiae), más aún, aunque consagren el verdadero Cuerpo de Cristo y la Sangre, sin embargo, 'no lo realizan rectamente, sino que haciéndolo, pecan (non tamen recte hoc faciunt, sed peccant facientes)'."
Citado en:
Rico Pavés, José, Los sacramentos de la iniciación cristiana, Salamanca, ITSI, 2006.
(http://books.google.com.ar/books?id=NlCZwXzZ27kC&pg=PA472&lpg=PA472&dq=intencion+cismatica+misa&source=bl&ots=wBHdfU3lXF&sig=o60bQoJ6W2JdvWNtDTADPcapTSk&hl=es&sa=X&ei=G1oYUPmyMJOE8QToo4GQDg&ved=0CE0Q6AEwAzgU#v=onepage&q=intencion%20cismatica%20misa&f=false)
Espero que le haya despejado su duda.
Saludos in Xto.