16 de abril de 2015

ONG FSSPX

"¡Es la comunión eclesial, estúpido!"

Escribí un comentario en la entrada de Wanderer sobre la cuestión del papelito legal que Poli le consiguió a la FSSPX para que no empezaran a evadir impuestos y a tener curas-inmigrantes ilegales. Ecumenismo del bueno, ojo. Decidí publicarlo acá y sacarle un poco de lustre; refinarlo.


Para los parámetros que menciona Wanderer, quizás sea un suerte de línea media 3/4.

Descubrí cuál es el problema de la FSSPX. No digo MI problema con la Fraternidad, porque no es mío, sino de la Fraternidad misma. Y ese problema es que no están en comunión con la Iglesia. En el sentido más básico, llano y esencial. Sin ir a cuestiones canónicas complejas, sin recurrir a las observaciones excesivamente burocráticas.
Podrán tener templos de aspecto católico-s.XIX (pero con micrófonos y bancos, ojo!), curitas bien ensotanados, podrán blandir Summas y Sylla-obuses; tendrán obispos que usen mitras pretiosas de dos metros con pesados y abrillantados brocados. Incluso podrán tener un papelito que diga que son una ONG dentro de la Iglesia romana.
Pero no están en comunión. Y aquí no hay grises que valgan. No hay "comuniones imperfectas" de la misma manera que no hay "casi goles" ni "casi embarazadas". Porque reconocer que existe un Papa --y como autoridad suprema de la Iglesia-- pero que les importe un bledo lo que diga o haga (excepto para criticarlo, por supusto), no es estar en comunión con el Papa. Tampoco lo es confesar el mismo Credo; para el caso muchos protestantes tradis (sobre todo luteranos) confiesan el Niceno-constantinopolitano con Filioque y todo y no están en comunión con  nosotros. Lo mismo sucede con diversas "Iglesias independientes". Y ni hablar de los ortodoxos del cisma del 1054. Desde luego, podrán alegar que los unos no reconocen al Papa y que los últimos no reconocen o no entienden igual que nosotros la figura del Sumo Pontífice. Pero hablamos de católicos "tradicionalistas" que sí lo entienden como nosotros, lo confiesan como existente y no le hacen caso. Y sí, establezcamos una frontera de nosotros y ellos, aunque sea en este exclusivo sentido.

Y de la fe y la doctrina no hablo, porque aparentemente un Concilio pastoral hizo importantes definiciones doctrinales que han cambiado la doctrina aparentemente "mutable" de la Iglesia católica.

No están en comunión ni con el Papa, ni con los demás Obispos de la Iglesia universal, ni con nadie. Ni siquiera hay verdadera comunión entre ellos mismos, puesto que cada uno piensa y concibe a la Iglesia, a la Fraternidad y al Papa (por mencionar sólo algunos) a su manera. Que la Roma Aeterna, que la Iglesia Conciliar, que el Papa o el Anti-papa, que el Conciliábulo, que los católicos modernistas, que el Novus Ordo, que todo. Todo aquel que haya tratado o trate con lefes (apócope de lefebvrista, para los menos habituados) sabe que es prácticamente imposible determinar a ciencia cierta qué cree o qué piensa un lefebvrista, más allá de la clásica tríada libertad religiosa, ecumenismo y conciliarismo. Y el Novus Ordo.

La Misa no es una fábrica de Ecuaristía que puede funcionar por sí sola con obreros sublevados que les importe nada el sindicato, los dueños de la factoría, la policía o el fiscal. Ojalá. Probablemente sería genial. Habría menos persecución y los párrocos conservadores podrían manejarse con más autonomía. Pero no. La Iglesia necesita de la obediencia por medio de la comunión eclesial. "Salieron de entre nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros" (1 Jn II,19).

La comunión, por supuesto, exige obediencia y por tanto, humildad. Sumisión. Ya el párroco al Obispo, ya el fraile a su prior, ya el la hermana a su abadesa o el Obispo al Papa. Y el Papa a Dios. Cadena de mando; así funcionan las Fuerzas Armadas y no los "comités revolucionarios". Claro, la sumisión y la obediencia --obediencia inteligente, apuntaría rápidamente un agudo comentarista de Wanderer, y obediencia absoluta, retrucaría sin rodeos un abandonado y casi mítico padre de la Tebaida-- exigen tribulación. Y uno pensaría inmediatamente en los FFI. Pero sin irnos a ese triste extremo, podemos irnos a algunos más cercanos, como la FSSP, el IBP, el ICRSS y varios más.

¡Es el capillismo, estúpido!
En la capillita tal, en el priorato cual, en el oratorio-búnker de allá, etc., no hay comunión con la Iglesia. Sólo hay reunión de gente. Una asociación pública de fieles de Lefebvre. Totalmente opuesto al sentido de pertenencia de la comunidad eclesial parroquial. En ellas no hay sectarismo: hay comunidad. De esas mismas de las que habla san Pablo en sus cartas (epístolas para los intransigentes) y que luego fueron "Iglesias particulares" (si se me permite usar esa denominación moderna para no caer en la ambigüedad), como Antioquía, Alejandría, etc.
Y cada comunidad tienen sus características particulares: su idiosincrasia, su posición socio-económica, en algún caso su ideología política, etc. Siempre hubo parroquias "fiesteras" que hacen procesión hasta para el Gauchito, las "conservadoras" encabezadas por un cura de aspecto grave, alguna superpoblada de ancianas beatas rosario en mano, alguna con "el cura que dice buenos sermones", otra con el cura que mete vela e incienso que da miedo, y otra de un cura progresaurio insoportable. No es cierto que la mayoría de las parroquias sean "progresistas" y que los curas prediquen herejías. Algunos dicen estupideces o hablan "como uno más" en lugar de posicionarse como la autoridad; pero eso es otra cosa. 
Y aún así, como comentaba alguno en el blog de Wanderer, los más grandes heresiarcas, y medianos y pequeños emprendedores herejes de los últimos cinco siglos al menos, ciertamente que se criaron y celebraron --en caso de ser sacerdotes-- la "Misa tradicional". Bugnini la celebró. Lutero también. Enrique VIII asistía a ella casi diariamente. Y así tantos otros.

Pero volviendo a las parroquias, en ellas hay un fortísimo sentido eclesial; se reza por el diocesano y por el Papa. Y se leen los mensajes pastorales del Obispo local y del Papa. Hay reuniones de decanatos; hay visitas pastorales del Obispo local a sus parroquias. Y eso se siente, se percibe. Y no se siente ni se percibe en la capillita lefe. Y he ido varias veces; cada tanto voy. Las gracias actúan igualmente, creo. También en la iglesia apostólica armenia que visito cada tanto. Pero con ninguna de las dos hay comunión eclesial. 

Las capillas de la FSSPX son fábricas tomadas por los obreros que producen ilegalmente Sacramentos; son sal de intransigencia y luz de priorato.

La FSSPX, con las virtudes que pueda poseer y las buenas obras que realice, no está en comunión con la Iglesia visible ni con el Vicario de Cristo. Ni aunque tenga un papelito provisorio que le de status canónico para la Arquidiócesis de Buenos Aires.

19 comentarios:

  1. Hermano, ¿has tenido algún problema personal con la Frate? Porque sinceramente se huele algún resentimiento en tus palabras.

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    1. No, mire, no se trata de nada personal. Por supuesto, en su momento transité como muchos otros el ciclo de la ilusión y el desencanto. Pero acá no hablo de mi opinión personal, que no tiene valor alguno. Hablo de una realidad objetiva.
      Cuando en el sendero se cruzan ortodoxos --rusos, griegos, algún antioqueno--, apostólicos armenios... incluso algún protestante de esos bien tradis; creyentes honestos, virtuosos. Piadosos. Y en seguida se percibe una simpatía mutua, una secreta admiración por el otro quizás, que forja una amistad especial al calor de un silencioso y tácito respeto mutuo. En el camino he visto la mano de Dios; y me encontré con un entendimiento, una dimensión muy profunda de lo que es la comunión, tanto con los Santos (en especial durante la Liturgia) como con la Iglesia visible. Creo que me fue concedida una gracia especial en este sentido.
      Y duele; duele mucho. La comunión, la koinonía, también tiene un fundamento profundo en la noción de fraternidad (cristiana) y de la amistad en el sentido más amoroso posible. Fundamentado en el amor más grande (el amor sin límites, diría el monje de la Iglesia de Oriente) que es aquel que llevó a nuestro Cristo a dar la vida por sus amigos y por muchos otros (Jn XV,13).
      Por eso duele; incluso cuando rezamos en la anáfora romana por la unidad con todos aquellos "con los que compartimos el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor".
      ¿Entiende la realidad objetiva de que la FSSPX no está en comunión eclesial con la Iglesia romana? Échele una mirada a los Santos Padres, lo dirán con más vehemencia y soltura que yo. Y con mayor fundamento y sabiduría, eso lo doy por descontado.
      ¿Resentimientos? No. La gracia de la vivencia en comunión eclesial --es una gracia, por supuesto-- ayuda a superar muchas cosas y a bancarse otras. Por conciencia --y no por escrupulosidad, aunque a veces es difícil hacer la distinción-- no puedo tomar un camino de "comunión imperfecta". Y Newman bailando en una pata allá arriba.
      Los obreros sublevados no son una opción teológicamente razonable para un cristiano. Y no me diga que la necesidad hace a la praxis, porque entonces todos nos volvimos pragmáticos de repente. Y no casualmente la necesidad tiene cara de hereje.

      Saludos en Cristo.

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    2. Estimado, entiendo sus razones, de hecho, creo haberlas compartido durante buena parte de mi vida. Sin embargo, el recurso a los Santos Padres (qué hubieran dicho los Santos Padres de la Frate...) me parece un recurso falso, por descontextualizado. Porque los Padres no vivieron en una época en que la herejía modernista inficionó hasta la médula todas las estructuras visibles de la Iglesia, incluyendo el Pontificado. Así que, la verdad, no sabemos cómo hubieran actuado los Santos Padres, o el mismo Newman, en la segunda mitad del siglo XX. No lo sabemos. Sí sabemos como actuó Lefebvre.
      Fianalmente, decirle que mi perspectiva cambió cuando tuve una familia a quien educar en la Fe, en el respeto a la sacralidad, en la verdadera doctrina, etc. En ese momento, reconozco que se me fueron todos los escrúpulos de repente. La opción era necesaria.

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    3. No, no entiende mi punto: no es cuestión de aplicar toda la máquina magisterial y tradicional para especular con qué diría cada personaje y cada documento de la "Frate". Esa sería una (sín)tesis argumentativa suficientemente desproporcionada --y delirante-- digna de un personaje como Williamson o su versión poética, un Caponetto.
      La "Frate" es un Coetus Internationalis, es una (positiva?) colisión coyuntural en la historia (reciente) de la Iglesia. Los Padres tenían una visión "por encima" de su época, atenta al desarrollo de la Historia de la Salvación, trascendente en su sentido más puro, tanto llano como profundo. Por supuesto, atendían las cuestiones de la época. En este sentido, mi favorito es Tertuliano.
      Lefebvre tenía sus razones pero no tenía la razón, Ratzinger sapiencialmente dixit.
      Entiendo la responsabilidad de educar en la fe. Allí es donde los escrúpulos, en el sentido más propio y bueno, deben primar. Confieso que es difícil, pero en mi opinión, no es la opción realmente necesaria. Realmente no. El sentire cum Ecclesia, la comunión con la Iglesia visible, es esencial para el cristiano

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    4. NO no tuvo ningún problema con la frater
      solo es un idiota!

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    5. Al anónimo de las 6:43 am.

      Elimino su comentario porque el primer artículo que enlaza en selectivo y tendencioso, contrario al ánimo y al espíritu (esto último es una especulación personal basada en la santidad de Juan XXIII) y a la realidad de la reforma.

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  2. Escribo algo que me dijo Mr. Tollers en soporte de lo que dice Jeronimo Vincent: que un problema de la Iglesia hoy es el capillismo. Que se da en distintas organizaciones catolicas. y que por eso él (Mr Tollers) cuando iba a hacer apostolado a la carcel no se llevaba un cura del propio palo, sino el que tenia ese encargo en la Iglesia (progre, conserva, lo que sea). Y me decía "el problema será del cura cuando le toque hablar del infierno, del juicio, etc...". Sorry si es una tontera mi comentario. Juancho.

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    1. obviamente que el que tiene el mandato es mejor
      mire si no en youtobe lo que cuenta el padre Verlinde....
      https://youtu.be/6441szi6gxY
      https://youtu.be/U1RSjevcYpc
      cuando cuenta que estaba en una misa con un sacerdote autorizado de exorcista

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    2. Anónimo de las 6:46: curas malos ha habido en todos los tiempos. Curas herejes, también. Obispos y patriarcas herejes, también. Y ojo que muchísimos de ellos fueron herejes después de Treno y antes del Vaticano II, asistiendo --o celebrando-- la Misa tridentina.

      A Juancho: seguramente haya tomado el concepto "capillismo" del mismo Tollers. También se da en muchas congregaciones católicas. Lo he vivido. Tollers tiene un texto "De sectas" o algo por estilo, que es brillante.

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  3. sos un reverendo imbécil dueño del blog

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  4. Una bajeza.
    No digo más porque no es mi deseo ofender, sino defender una obra de la Iglesia como la Fraternidad San Pío X. Si no fuera por ella, la revolución conciliar habría terminado con lo católico. Hasta el mismo Papa Benedicto se dio cuenta. El problema es cómo regularizar su situación sin remover algunas piezas claves de la revolución. Es lo que Benedicto consideraba, y pienso que por eso lo defenestraron. Si Bergoglio fue parte o no de esa conspiración, no lo sé.

    Chanta Porteño

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    1. La FSSPX no es una obra de la Iglesia. Dejó de serla hace varias décadas cuando le fue quitado el reconocimiento canónico, cuando sus obispos fueron excomulgados y sus sacerdotes fueron suspendidos a divinis. Hoy es una obra personal de Lefebvre y sus seguidores. Y el rol desproporcionado que le atribuye a la FSSPX en la "revolución conciliar" es de espíritu casi sectario.
      Las papeletas de Mons. Poli son fruto de la política y condescendencia (bajada de línea). Y quizás hasta caridad cristiana.

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  5. Por las brevísimas escuchadas que le pegué, aparentemente el audio trata sobre el Sínodo de la familia pasado (en ese caso, ¿qué tendrá que ver Ratzinger?). Como no tengo tiempo de escuchar la hora y media de programón, lo dejo acá expuesto en honor a la libertad de la sana crítica y prudente objeción.

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  6. Al anónimo de las 7:49: ¿cuál es la relación entre la Comunión eclesial y lo que opina(ba) Ratzinger del Concilio?
    Elimino su comentario porque difama a Pablo VI y calumnia a los padres conciliares.

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  7. Jerónimo Vicent: Su respuesta a mi comentario es insuficiente y obcecada. No digo que está todo en discusión, pero no puede usted esconder la cabeza como el avestruz y negar la lamentable situación que atraviesa la Iglesia. Lamentable situación reconocida desde Pablo VI (el humo de Satanás ha entrado en la Iglesia) en adelante. Cincuenta años en que parece que todo vale.

    Su posición respecto a la FSSPX es infantil. Disculpe pero es así. Como no la quiere, la excomulga. Usted la excomulga, mientras Roma estrecha sus relaciones. Podría reconocer que acierta en el planteo, pero equivoca el método. O viceversa, como más le guste. Y le dejo una observación: no habría misa tradicional, que ud. apoya, si no fuera porque la FSSPX forzó las cosas- el Instituto del Buen Pastor, la Fraternidad San Pedro y todo lo que resulta de Ecclesia Dei, es consecuencia de lo mismo.

    ¿Sabe ud. porqué abdicó Benedicto? No haga lo del avestruz.

    Chanta Porteño

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    1. El contexto de mi nota y este sitio mismo son de por sí insuficientes. Creo que con sólo echar un rápido vistazo al blog se puede dar cuenta hasta un lector de pocas luces sobre mi posición respecto de la situación que atraviesa hoy la Iglesia, como ud. lo pone. Sin embargo la nota no trata sobre eso aquí.
      Creo que mi posición respecto de la FSSPX está bien fundamentada, aunque los límites puedan resultar difusos algunas veces. Pero yo no excomulgo a nadie; muy por el contrario. Normalmente es el mismo individuo el que se aparta y termina ex-comulgándose a sí mismo. Es lo que trato de decir desde el principio, aunque desde una espiritual, como es la comunión eclesial. Que es aún más fuerte que el "sentire cum Ecclesia", que puede quedar arreglado con un par de ganchos al pie, prudentes disimulos y el silbar bajo.
      Por otra parte dudo que a la Santa Sede hoy por hoy le interese incorporar a la JP a los lefes moderados. Pero ese ya es otro tema.
      Lo que dice de la Misa tradicional, posiblemente tenga razón. Ratzinger dijo que Mons. Lefebvre tenía sus razones pero que no tenía la razón.
      En fin, dejémoslo acá.

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  8. Vincent, sos el fruto maduro de la herejía modernista que se ha apoderó de la Iglesia. Lo importante es la "comunión eclesial". No importa la Liturgia, la Doctrina, la Moral, ni siquiera la Fe Seguramente en comunión eclesial con los Papas conciliares, ya le has rendido culto a los "dioses" de nuestros hermanos mayores y separados, por supuesto tambian a alá y buda y a shiva y la pachamama. Ya te habrás hecho "bendecir" por algún pastor protestante, algún judío o chaman indú o africano. si aun no lo has hecho hazlo porque arriesgas perder "sentirte en comunion". No olvides que para estar en "comunión con los monseñores Kasper y Marx tienes que apoyar la comunión de los adúlteros y los sodomitas. Y para estar en "comunión con Monseñor Juan Vicente Cordoba debes burlarte de la magdalena y dudar de la condición sexual de los apóstoles. Por lo visto con el ciuento de la "comunion", te has comido un evangelio distinto y para que dejes de escribir pavadas te recuerdo lo que dijo San Pablo:
    “aún cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo os predicase un Evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea anatema. Lo decimos ya, y ahora vuelvo a decirlo: si alguno os predica un Evangelio distinto del que recibisteis, sea anatema.” (Gal. 1, 8-9)

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    1. La conversión al Evangelio, a confesar a Cristo Jesús, implica eso: el don de la comunión eclesial. La comunión en el Cuerpo Místico (repasar la Corporis, escrita antes del Vaticano II), sin la cual no es posible la ecclesía (asamblea) de fieles, que es don del Espíritu Santo y fundamento en el Apóstol Pedro por obra del Cristo mismo.
      En esa confesión del Evangelio, sostenida por el don de la comunión con Pedro, radica la raíz de todo orden doctrinal (moral) reflejada en la lex orandi de la Liturgia. Es todo el mismo don, es un mismo camino que parte de una sóla verdad y que da sólo vida verdadera. Por eso nadie va al Padre sino por su Hijo.
      En consecuencia me atengo a las enseñanzas de todos los "papas conciliares" desde el Concilio de Jerusalén hasta la fecha. Si el Señor me juzga por esto, creo que verá humildad en mi corazón y no ceguera o mala voluntad.
      Lo que dice sobre quienes aceptamos el Magisterio de los papas "conciliares" indica su grado de ignorancia sobre la realidad de la Iglesia, sobre la dimensión espiritual de la Iglesia (que es la más importante) y su prejuicio contra los mismos fundamentos de la Iglesia. Mi sincera y más humilde sugerencia es que lea los Santos Padres. Hay cierta desviada tendencia dentro del redil lefebvrista que pretende descalificar de modernismo a todo aquello que incluso no siéndolo, no le sienta cómodo a su perspectiva barroca. Pero le repito: no olvide los fundamentos. Parte de la reforma (y con la cual Mons. Lefebvre estuvo de acuerdo puesto que era sana) fue la de quitar brocados y puntillas --imagen metafórica-- volviendo a las fuentes y quitando la pelusa.
      Por último, ¿qué interés tienen en venir a mi blog a discutir sobre mi opinión personal sobre la FSSPX? Si no soy referente para nadie. No soy modernista, no soy cismático, no soy progre, no soy tradi, no soy neocon, ni soy del Opus ni de los grupos primaverales, ni de los Heraldos ni de los kikos, ni de Lefebvre ni de Boff, no soy ni juanpablista ni sedevacantista.
      Soy de Cristo, estoy en comunión con su Vicario y mi única defensa es la del Evangelio.

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