29 de mayo de 2011

Guardando las llaves de los tesoros de la Iglesia


De http://subsidioliturgico.blogspot.com

Entrevista con el Sacristán papal, el padre Pavol Benedik

Por Mariana Šarpatakyová

R.P. Pavol Benedik


ROMA, lunes 23 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- Las tareas diarias del padre agustino Pavol Benedik le pone en contacto con algunos de los más preciosos tesoros de la Iglesia: la capilla Sixtina forma parte de su rutina diaria, así como los ricos ornamentos y los cálices de piedras preciosas usados en honor a Nuestro Señor a lo largo de la historia.

Link para visualizar la Capilla Sixtina en 3D.

El sacerdote eslovaco es el sacristán papal desde 2006, tarea que le pone en contacto frecuente con los tesoros vivos de la Iglesia, como el Sucesor de Pedro y otros hombres eclesiásticos importantes. ZENIT habló con el padre Benedik sobre su trabajo.

- Padre, usted trabaja en un sitio muy importante: usted es el sacristán del Santo Padre. Además es un sacerdote agustino. ¿Por qué fue su orden monástica la encargada de este interesante y noble servicio?

Padre Benedik: Más o menos desde el siglo XIII y XIV, las grandes órdenes monásticas han realizado alguna tarea especial para la Santa Sede. Durante mucho tiempo los dominicos fueron los teólogos papales, los capuchinos fueron predicadores y alrededor del año 1400 hasta casi el 1600, los agustinos trabajaron en la sacristía. Parte de nuestro servicio pasado consistió en llevar también la biblioteca del Santo Padre. Más tarde las administraciones de la biblioteca y de la sacristía se dividieron y nuestra orden se quedó con la de la sacristía. Así que es una larga tradición religiosa para nosotros. Cuidamos los elementos sagrados, los que pertenecen al Santo Padre, y también de las capillas papales del Vaticano.
Hasta 1992, la persona que ocupaba mi cargo era siempre un obispo. Después comenzó a ser uno de nuestros hermanos. Personalmente, he desarrollado este servicio desde 2006. Esta es nuestra tarea, en cooperación con el maestro papal de ceremonias, el arzobispo Marini.

Mons. Piero Marini

- Estamos sentados en su despacho al lado de la Capilla Sixtina. A nuestro alrededor hay armarios de madera. ¿Qué hay dentro? ¿Están aquí las cosas del Papa actual?

Padre Benedik: hay muchas cosas, alguna de ellas antiguas. Muchos objetos, sin embargo, desaparecieron con Napoleón Bonaparte, ya que él cogió y destruyó muchos tesoros: tiaras, cálices etc. Él sabía que después de la guerra tenía que devolverlas, por los acuerdos militares internacionales. Así que fundió muchos cálices y otros objetos de gran valor histórico. De las cuatro tiaras que robó, no se salvó ni una. La única cosa que se pudo recuperar fue la esmeralda de la tiara de Julio II, que Napoleón engastó en una tiara nueva y la regaló a Pío VII. Tenemos también cálices del siglo XIV. Muchas de las cosas que hay son de los tiempos del Papa León XIII y Pío IX. Hay casullas, capas pluviales y capas pluviales pontificias.

- ¿Cuándo ve al Santo Padre? ¿Cómo son sus encuentros personales de con él?

Padre Benedik: Nos encontramos en las Misas públicas, en la liturgia. Preparamos todo los que necesita: las vestiduras, los ornamentos, todo. Antes de que empiece la Santa Misa él permanece en silencio, en oración, sin decir ni una palabra. No habla porque no hay razón para ello.

- ¿Le avisa antes para que usted prepare lo que se necesita para la Misa?

Padre Benedik: Preparamos todo en cooperación con el arzobispo Marini, Nunca hemos tenido ningún problema, aunque algunas veces el arzobispo ha dicho que le habían llamado al tercer piso (donde vive el Papa) para realizarle alguna consulta.

- Benedicto XVI también celebra misas privadas. ¿Dónde se llevan a cabo y en qué idioma?

Padre Benedik: Las misas privadas se celebran siempre en los apartamentos papales, en su capilla. La celebra cada mañana con sus secretarios y con las hermanas de la comunidad Memores Domini.
También están las llamadas misas semipúblicas, donde acude más gente, pero la capilla no es muy grande. Por razones de capacidad se usan la capilla de Redemptoris Mater o la capilla Paulina. La celebración es normalmente en latín y las lecturas se hacen en italiano.


Capilla privada del Papa

- ¿Usa el Papa vestiduras y ornamentos que sus predecesores usaron? ¿Recibe regalos de este tipo u objetos para usar en las liturgias?

Padre Benedik: Naturalmente que usa objetos que usaron antes sus predecesores. Por ejemplo el 1 de enero, usó las vestiduras litúrgicas de Pablo VI. También ha usado objetos de los siglos XVIII y XIX. No es algo inusual.
Justo después de su elección, usó todas las cosas de Juan Pablo II porque no tenía las de su propiedad. Tenía sólo su mitra de cardenal, donde se cambió la insignia cardenalicia por la papal.
Si usted pregunta por la posibilidad de regalarle vestiduras al Papa, por supuesto que es posible y además muy importante. U otros regalos, dependiendo de quien quiere realizar la donación. Estos regalos son signos de respeto. Muchos de los objetos que están bajo nuestro cuidado han sido donados: cálices y otros objetos regalados a los Papas Pío IX y León XIII. Normalmente son donaciones.

- ¿Cómo es el procedimiento cuando alguien quiere hacerle un regalo al Papa? ¿Dónde debe ir?

Padre Benedik: Si alguien quiere realizar esto, debería escribir a la prefectura de la Casa Pontificia o a la Oficina de Celebraciones Litúrgicas. El regalo se da durante las audiencias. Sólo es necesario notificarlo previamente.


Filipi le regala una tiara papal a Benedicto XVI.

- ¿Tiene Benedicto XVI a una persona o empresa que le realice las vestiduras litúrgicas y los zapatos?

Padre Benedik: No, no hay sólo una. Y no creo que fuera apropiado apoyar un monopolio. Si alguien nos dona algo, es otra cuestión, pero no si lo encargamos nosotros. No veo razón de que haya sólo una empresa. El precio también importa. Elegimos las mejores opciones.

- ¿Qué es lo que más le gusta de su servicio?¿Podría contarnos alguna experiencia interesante?

Padre Benedik: Es difícil elegir sólo una. Estoy contento ya que el trabajo que hago me satisface mucho. Me da un disfrute y una satisfacción espirituales. Nunca pensé que llegaría hasta aquí. Mi superior general me envió hasta este sitio: me preguntó si me gustaría y accedí (sonríe).
También estoy en contacto con el Santo Padre. Él es muy humilde y atento. No puedo decir que haya hecho nunca una petición especial. Se viste en humildad y silencio, y también esto constituye una experiencia espiritual intensa.
Además, conozco a gente con grandes capacidades espirituales. Esta mañana, por ejemplo, escuché una predicación del padre Raniero Cantalamessa (el predicador de la Casa Pontificia).

R.P. Raniero Cantalamessa, O.F.M. Cap.

- En su trabajo, usted pasa con regularidad por la Capilla Sixtina. ¿Es, ahora, para usted, un recinto normal?

Padre Benedik: A veces es muy difícil atravesar la capilla, por estar abarrotada de gente. Pero a menudo me sucede que encuentro cosas nuevas allí, o que la gente me pregunta ciertas cosas. A veces la atravieso, pero no soy un turista allí. A menudo no puedo porque no tengo tiempo por el trabajo. Me gusta ir cuando está cerrada al público. Observar, meditar, pensar sobre las cosas necesita silencio. En los libros se puede encontrar muchísima información sobre ella, pero para mí también es una catequesis.
Tuve una oportunidad única en agosto del año pasado. Se estaban limpiando las paredes de la Capilla: el trabajo comenzaba por la tarde y terminaba por la noche. Tuve la oportunidad de ver las pinturas de muy cerca, subido a un andamio. Por ejemplo, “El juicio final”. Desde la distancia es distinta que observándola de cerca. Fue una experiencia preciosa para mí.

El Juicio Final, de Miguel Ángel

- Usted lleva muchas llaves. ¿Cuál es irreemplazable? ¿Qué tesoros tiene a su alcance?

Padre Benedik: Hay dos muy importantes: Una la de la sacristía donde están las cosas del Papa. Y la segunda más importante es la del tesoro papal, donde se guardan vestiduras antiguas, cálices y custodias preciosas. Hay, por ejemplo, un cáliz de 1854 de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. A su lado hay un cáliz de cristal que el Papa Pablo VI trajo al tesoro. También hay un copón de lata de sardinas, que fue usado por el cardenal checo Josef Beran durante sus misas en prisión.

¿Diría que esta lata de sardinas es la cosa más curiosa de la colección que usted administra?

Padre Benedik: Es interesante, por estar al lado del cáliz de 1854, que está decorado con diamantes y oro; al principio parece ser una copa ordinaria, con una lata de sardinas. Pero ambas son al principio parece ser un cáliz normal, con una lata de sardinas. Pero ambos son muy importantes para la Iglesia.

[Traducción del inglés por Carmen Álvarez]




Casullas góticas.


Ajuar. Abajo, juegos de cáligas y quirotecas pontificales.


Cálices y copones.

Báculos episcopales, triple cruz papal, férulas.


Tiaras papales.

Las riquezas de la Iglesia

Artículos de este tema:
  1. El mito de las Riquezas de la Iglesia (Eduardo Volpacchio)
  2. Los «privilegios fiscales» de la Iglesia (F. Giménez)
  3. ¿Qué hace el Vaticano con el dinero? (zenit)
  4. Riquezas vaticanas (Vittorio Messori)
  5. Gobernar a los hombres (Vittorio Messori)
  6. La Iglesia y el dinero (Juan Velarde Fuertes)
  7. La Iglesia y los medios (Juan Manuel de Prada)
  8. La Iglesia y la Economía (Tomás Salas)
  9. Cuentos sobre las cuentas de la iglesia (Bernardo Herráez Rubio)
  10. Religión y dinero (Javier Martínez-Torrón)
  11. Este Estado no entiende de caridad (Eleuterio Fernández Guzmán)
  12. La financiación de la iglesia (Juan Velarde Fuertes)
  13. Religión y dinero (Javier Martínez-Torrón)
  14. ¿Qué hace la Iglesia? (Jorge Trías Sagnier)
  15. Campaña publicitaria de la Iglesia católica (Roberto Esteban Duque)
  16. Un poco de Verdad. Finanzas de la Iglesia (Eleuterio Fernández Guzmán)
  17. Viejo como el Evangelio... (Eleuterio Fernández Guzmán)
  18. Sobre el dinero y la fe (Eleuterio Fernández Guzmán)
  19. Ayuda para ayudar (Roberto Esteban Duque)
  20. La Iglesia es mucho más que una ONG (Jorge Enrique Mújica, L.C.)
Recursos fotográficos: Ceremonia y rúbrica española.

28 de mayo de 2011

La Tiara de Benedicto

La tan comentada tiara obsequiada recientemente a S.S. Benedicto XVI ha dado para hablar en los medios católicos de todas partes -incluso en los más heterodoxos. Así pues, yo no haré la excepción.

Al concluir la audiencia general del miércoles 25 de mayo -en Argentina fecha patria (de la que hablaré después)-, Benedicto XVI fue obsequiada con una hermosa tiara papal que he descrito en los ornamentos propios del papa, donada por el empresario alemán Dieter Philippi, propietario de la famosa Colección Philippi que contiene numerosos ornamentos y elementos litúrgicos no sólo católicos sino de diversas religiones. Philippi es un devoto católico, atento seguidor de la liturgia papal; la tiara que le obsequió al Santo Padre fue elaborada en Sofía, Bulgaria, por cristianos ortodoxos de Liturgix.




Una pequeña delegación de católicos y ortodoxos búlgaros en peregrinación a Roma se acercó a obsequiar esta tiara encargada por Philippi, en nombre de la unidad de los cristianos.


La última coronación papal la de S.S. Pablo VI. Aunque él decidió dejar de utilizar la tiara papal a pocas semanas de su coronación, y puso la suya propia ante el altarde la Basílica de San Pedro en un gesto de humildad, su encíclica de 1975 Constitución Apostólica, Romano Pontifici Eligendo, requirió explícitamente a su sucesor tener una coronación, indicando:


"El nuevo pontificado debe ser coronado por el mayor Cardenal Diácono."



Pablo VI coronado por el Protodiácono Cardenal Mons. Ottaviani


Sin embargo, en medio de una considerable oposición dentro de la Curia Romana, su sucesor el Papa Juan Pablo I optó por no ser coronado, eligiendo en cambio, tener una Misa de Inauguración Papal de características menos formales.

Después de la muerte repentina del Papa Juan Pablo I tras un pontificado de apenas 33 días, el nuevo Papa Juan Pablo II, optó por copiar a su precursor eligiendo una ceremonia discreta en vez de reinstalar la coronación papal. En la homilía de su Misa de la Inauguración, el Papa Juan Pablo II dijo el que Pablo VI luego de su Coronación jamás volvió a usar la tiara papal y que dejó
a sus sucesores en libertad de decidir en este sentido.


"El Papa Juan Pablo I, cuya memoria está tan viva en nuestros corazones, no deseaba tener la tiara, ni su sucesor la desea hoy. Ésta no es época de volver a una ceremonia y a un objeto considerados, incorrectamente, como un símbolo de la energía temporal de los Papas."
Los críticos de una vuelta a las coronaciones papales interpretaron sus palabras “éste no es el tiempo...” como indicación de no había lugar para este ceremonial antiguo en cualquier época luego del Concilio Vaticano II. Los partidarios de la coronación asumieron que las semanas posteriores a la muerte repentina del Papa Juan Pablo I, a sólo seis semanas de la inauguración anterior, (su día de inauguración), no era “hoy” la época de regresar a la ceremonia anterior, pero que la vuelta a una coronación tradicional era una opción para los papas futuros.El Papa Juan Pablo II en su Constitución Apostólica de 1996, Universi Dominici Gregis, recomendó que cada Papa en el futuro, tome la decisión sobre si desea realizar una inauguración o una coronación. Él escribió:

"El Pontífice, después de la solemne ceremonia de inauguración del pontificado y dentro de un tiempo conveniente..."
En ninguna parte Juan Pablo II indicó qué forma debía tomar la “inauguración de un pontificado”; en términos técnicos una inauguración papal y una coronación papal se podrían utilizar para inaugurar un pontificado: ambas ceremonias habían sido descritas en el pasado usando tal término. Al escribir sobre la “inauguración de un pontificado” antes que sobre una “inauguración específica de un papa” se deja a la decisión individual de los nuevos Papas la elección de forma particular de ceremonia que los papas futuros pueden utilizar. Para comenzar un pontificado, el Papa Juan Pablo II considera como único requisito la realización de una “ceremonia solemne” sin especificar exactamente la forma de la ceremonia.

Tiara de Juan Pablo II, que nunca fue coronado.

Aunque ya conocemos "polémicas" desatadas por tiaras, como aquella que fue agregada casualmente en el escudo papal en un tapiz durante cierto Angelus el año pasado, que suscitó toda clase de comentarios críticos aún dentro de ciertas facciones del clero -y satisfacción en las más tradicionales-, no se puede dejar de mencionar que ha sido un símbolo milenario del Papa (representan y simbolizar el orden sagrado, la jurisdicción y el magisterio del Romano Pontífice) y que así ha de ser por siempre.

El famoso tapiz que incluyó la tradicional tiara reemplazando a la mitra.

Más fotos en detalle de la tiara obsequiada al Santo Padre para su uso particular, para admirar su belleza.










Y para la fantasía de algunos...





14 de mayo de 2011

La casulla

La casulla
Sus orígenes, su evolución, clases.

La casulla deriva de la paenula ("pénula") greco-romana, vestido utilizado por la clase senatorial romana a principios del siglo IV, que consistía en un vasto manto de lana, de forma redonda o cónica, con una abertura en el centro para pasar la cabeza y que con frecuencia también tenía una capucha. Hasta el siglo IX era la vestidura litúrgica común de los clérigos, época en la que comienza a prevalecer el uso de la dalmática para los Diáconos y la tunicela para los Subdiáconos.


En mosaicos que se encuentran en Roma y Rávena y que pertenecen a los siglos VI y VII se encuentran magníficos ejemplos de esta casula o pænula primitiva. Originalmente confeccionada en lana, se empieza a realizar esta vestidura a partir del siglo IX con las ornamentadas sedas bizantinas y los estrechos galones, cuya función original era cubrir las costuras, se van transformando en elaboradas cintas aumentando el peso de la casulla.


El célebre mosaico de San Vital de Rávena con el cortejo de Justiniano (mediados del s. VI). A su lado, el obispo Maximiano y dos diáconos con el Evangeliario y el turíbulo.

Otra del ábside de San Vital de Rávena. Un obispo en el extremo derecho. Como el anterior, lleva el palium en su forma más clásica y las dos manos cubiertas.

Evolución (simplificación) de la casulla y el palio 
(la primera imagen, San Braulio con San Isidoro, del s. X).


La casulla cónica

La casulla del obispo Bernulfo (c.1150).


Con el fin de reducir el peso de la vestidura y facilitar el movimiento de los brazos del sacerdote, se empieza a recortar los lados de la vestidura para devenir primeramente elíptica.





Cabe recordar que estos ornamentos, debido principalmente a su costo, se hallaban con variedad de colores litúrgicos casi exclusivamente en las catedrales o algunos monasterios. En las parroquias sólo existían básicamente tres conjuntos de ornamentos: 
  • el festivo: blanco (o de algún otro color que se pudiera obtener),
  • el ferial: verde
  • el penitencial, de luto, adventicio: se utilizaba un color oscuro, entre púrpura y azul, dado que el negro era prácticamente imposible de lograr.
Casulla (y dalmática pontifical) de Santo Tomás Becket (1117-1170).

Recorte de la casulla a partir del s. XVI.

Se empieza a utilizar tejidos y ornamentos cada vez más pesados.

Casulla semi-cónica y gótica.

Casullas de los siglos XVI y XVII.

Durante los siglos XVII y XVIII la casulla tuvo mangas más cortadas y frente acampanado.


Finalmente entre el XIX la casulla adoptó una fisonomía rectangular, es decir, con los extremos  recortados.


A fines del siglo XIX y principios del siglo XX la casulla adoptó finalmente una fisonomía de "forma de guitarra".




Ya hacia mediados del siglo XX, con el movimiento litúrgico reformista, se procuró un retorno a las formas originales de la casulla, esto es, más amplia y con tejidos livianos. Este es el diseño que es actualmente más común.
Sin embargo, por estos días la planeta romana vuelve con fuerza a las iglesias.

Roma: ordenaciones episcopales.

 Los colores varían según las diferentes fiestas y tiempos litúrgicos:

En la liturgia judía del Templo se habla de cuatro colores simbólicos, pero que no se dan por separado, sino entremezclados: el jacinto, púrpura, azafrán y carmesí ( Ex. 28,5-6) que debían ir juntos (no había un color predominante).

Vestimentas litúrgicas del servicio del Templo.

En el cristianismo primitivo no parece haber habido colores ‘litúrgicos’. Probablemente tuvo preponderancia (al menos en las iglesias de Roma) el blanco, porque para los paganos era un color festivo. Pero varios documentos del s.IV-V parecen indicar el uso de tejidos policromos, ya que hablan de ‘vestidos espléndidos’.

El primer documento donde veamos establecido el uso de cierto color para cierta ocasión es el Ordo de San Amando (s.IX). En él se dice, p.ej., que para la fiesta de la Purificación se ha de utilizar el color negro.

Desde la época carolingia había gran variedad en el uso de colores de una iglesia a otra. Veamos un ejemplo del s.XII; la Iglesia latina fundada en Jerusalén por los cruzados usaba los siguientes colores: Adviento: negro; Navidad: rojo, amarillo y blanco; Purificación: negro; Cuaresma: negro; Pascua: blanco; Ascensión: azul; Pentecostés: rojo.

El primero que trató de forma más orgánica el tema de los colores litúrgicos fue Inocencio III (s.XIII) en su ‘De sacro altaris Mysterio’. En su tratado enumera cinco colores como propios de la Iglesia de Roma: blanco, negro, morado, rojo y verde. Y San Pío V en las rúbricas del Misal aceptó solo éstos.

Generalidades (sobre los colores)


a) Cuatro son los colores que se utilizan en la liturgia: el blanco, el rojo, el verde y el morado.

Casullas ordinarias
-Verde: Festividad de la Virgen de la Esperanza, tiempo ordinario.


-Marrón: Festividad de la Virgen del Carmen, tiempo ordinario (indiferente con el uso de la verde).

Casulla de Fuego (roja): 
Pentecostés, administración del sacramento de la Confirmación, administración del Sacramento del Orden Sacerdotal, funeral de un sacerdote, misa de invocación de Espíritu Santo en un cónclave.

Casulla de Sangre (escarlata): 
Santos Inocentes, Domingo de Ramos, Viernes Santo, San Pedro y San Pablo, Santiago, San Andrés, Exaltación de la Santa Cruz y cualquier día en que se celebre un santo o santa mártir.

Casullas de Fiesta (en detalle):
-Blanca austera: 4º domingo de adviento, durante los días normales de Navidad, en el Bautismo del Señor, Candelaria, Jueves Santo, Trinidad, Ascensión, Asunción, Omnium Sanctorum, San Miguel, San José Obrero (1º de mayo), Cristo Rey, días de santos no mártires, administración del Matrimonio con Eucaristía, administración del Bautismo con Eucaristía, funerales de niños que no han hecho la primera comunión, desde Pascua de Resurrección  a Ascensión.
-Blanca rica: Navidad (excepto en la misa del gallo), Domingo de Resurrección (excepto en la Vigilia Pascual).
-Blanca rica con viril bordado: Corpus Christi.
-Blanca con rayas verticales doradas: Epifanía.

a) El plateado reemplaza al blanco (Decr. 3646);


El dorado reemplaza al blanco, el verde y al rojo (Decr. 3191) para la Misa del Gallo, Vigilia Pascual y coronación del Papa;



 b)  Dos colores se usan excepcionalmente:
  1. El rosado (morado atenuado), para los domingos de ‘Gaudete’ (3er domingo de Adviento) y ‘Laetare’ (4to domingo de Cuaresma).



-Amarilla (raramente usada). Para San José (19 de marzo), consagración de templos, toma de posesión de templos.


2. El azul (privilegio en España), para el 2º Domingo de Adviento y en festividades marianas como romerías o advocaciones azules de la Virgen María (por ejemplo María Auxiliadora)




Y el azul celeste, privilegio en los países hispánicos, para la fiesta de la Inmaculada Concepción y otras fiestas marianas.



d) Casullas de Muerte

-Morada: 1º Semana de Adviento, demás semanas de adviento salvo los domingos, Celebración comunitaria de la Penitencia con Eucaristía, Celebración comunitaria de la Extremaunción con Eucaristía, Domingos de Cuaresma, Semana Santa, exequias de alma.


-Negra: Fieles Difuntos, Miércoles de Ceniza, Funerales de entierro, Viernes de Dolores, en festividades servitas (Virgen de los Dolores) y en festividades de la Soledad.

-Gris (raramente usada): Jornadas semanales de Cuaresma.


Más detalles al respecto, consulte aquí.

Tipología de las casullas, según su origen

A lo largo de los siglos XVII, XIX y XX era posible distinguir el origen de las casullas modernas de acuerdo al corte del ornamento.

En la tipología romana los bordes laterales de la parte frontal están; la abertura de la cabeza tiene la forma de un trapecio y desciende mucho más hacia delante; la costura que une la parte anterior a la posterior, en vez de encontrarse en los hombros se encuentra sobre el pecho. Se comprende bien que las dos partes de la prenda son distintas entre ellas, porque la trasera es más grande y la delantera más pequeña. Las dos partes presentan como ornamentación "columnas" que forman un cruz en forma de tau por delante.

En la casulla francesa la abertura es más larga y profunda en la parte delantera.



La casulla germánica presenta una abertura redonda para la cabeza y sobre la parte posterior los galones forman una cruz mientras que por delante el ornamento es una simple columna. En torno al cuello hay un borde estrecho y una costura en los hombros.


La casulla española presenta por delante la columna y por detrás la columna o la cruz. La abertura es larga y redonda y puede ser galoneada. Es la más recortada por los costados.